Por Gabriel Ortíz.- ¡Por fin se aprobó la Consulta Anticorrupción! Al menos para el sector público. Para el privado sigue cojo.

Gracias a la época electoral, durante la cual se buscan afanosamente votos, ese gran botín que nuestro país persigue, se logró sacar adelante la iniciativa de los Verdes. Los 50 o 60 billones de pesos, del erario, que en este año también van hacia las arcas de los corruptos, podrían recuperarse.

Si lo votamos, ya no tendremos parlamentarios con sueldos superiores a los 25 salarios mínimos; los corruptos deberán pagar cárcel tras las rejas, no cómodamente en sus lujosas residencias; los pliegos de las licitaciones serán transparentes -bien difícil-; habrá audiencias públicas para manejar los presupuestos; los congresistas y corporados deberán rendir cuentas; los funcionarios tendrán que presentar declaración de sus bienes y nadie podrá perpetuarse en cargos legislativos, sólo estaría durante tres períodos.

Como estamos en el preludio del Mundial, ¨hasta ahí too bien¨, como dice el Pibe Valderrama. Pero fueron muchas las cosas que quedaron dentro del tintero, porque la corrupción nos asfixia desde hace muchos años. Por ejemplo: ¿qué pasará con esos colombianos que atendiendo los consejos del patrón partieron hacia el exterior o escaparon, dejando sus abundantes bienes produciendo ingentes utilidades, manejados por testaferros? Y ¿qué de esas extensiones de terrenos arrebatados a los campesinos desplazados por los paras? Y ¿de aquellos que están libres gracias a los vencimientos de términos? Y ¿qué pasará con los corruptos negociados falsamente ¨legalizados¨ por jueces y magistrados venales?

El delito del cuello blanco quedará legitimado y certificado con la Consulta, lo mismo que la corrupción en ese sector, que recibirá patente para actuar y convalidar todos los desafueros que a diario se denuncian.

Los “intocables” estafadores que se han apropiado de los ahorros de incautos compatriotas están libres. Se pueden contar con los dedos de una mano, los que soportan esos duros castigos de casa por cárcel.

Lástima grande que tengamos que conformarnos con votar la Consulta solo para castigar al sector oficial, mientras los otros corruptos recibirán el premio de la impunidad. Esa palabreja, solo se aplica para estigmatizar a los dirigentes de una guerrilla, que por lo menos nos ha exonerado de un Hospital Militar lleno de heridos en combate.

La Consulta debe estar acompañada de otras medidas como, por ejemplo, un régimen educativo que, desde el hogar, inculque en nuestras nuevas generaciones, los principios del civismo, respeto a nuestras instituciones, a la legalidad, a nuestra sociedad, a los deberes y derechos; ¿y por qué no regresar a la despreciada urbanidad de Carreño?

Solo así acabaremos con la corrupción, haremos país, ciudadanos correctos y aprenderemos a votar con responsabilidad, sin presiones, miedos o prebendas.

BLANCO: 6.000 millones de dólares enviarán este año los colombianos en el exterior.

NEGRO: La manipulación que se pretende hacer con el voto en blanco. Si es válido, vale para todo. Hasta para repetir elecciones con candidatos diferentes, como lo dice La Carta.

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