En medio de la gran crisis económica y social que sufre España aparecieron de nuevo los reclamos independentistas en algunas de sus regiones. Ha sido un clamor de años.
Ya no se contentan con ser Autonomías. Las manifestaciones de la semana pasada en Cataluña fueron nutridísimas y beligerantes.
En muchas partes del mundo se está en lo mismo. Y si no en todos los lugares se lucha por una independencia absoluta, en diferentes países se insiste en la necesidad de que se descentralicen funciones, competencias y especialmente recursos del presupuesto. Cada día hay en el mundo más federalismo y más autonomía.
Al respecto, ayer se realizó en Bogotá, bajo el patrocinio de la revista Semana y el Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga, un importante Foro en el que se debatió sobre el futuro de las relaciones Nación-Región en el país. Hubo numerosas y diferentes tesis, en muy buena parte dirigidas a lograr que Colombia asuma a conciencia las responsabilidades que en materia de descentralización, autonomía de sus entidades territoriales y regionalización le impone la Constitución de 1991.
La euforia que en materia de descentralización se vivió a partir de la expedición de la Carta Fundamental se fue perdiendo en la medida en que no se expidieron las leyes correspondientes. Como ejemplo vale la pena mencionar que la Ley de Ordenamiento Territorial se expidió a los veinte años, tras 19 propuestas legislativas que no fueron acogidas por el Congreso. Hay que anotar que en materia de recursos se modificó la Constitución para disminuir los asignados a municipios y departamentos como participación de los recursos corrientes de la Nación. Numerosísimas son las nuevas disposiciones para recentralizar las decisiones administrativas, políticas y fiscales. Hasta por circular del orden nacional se hacen ahora sin ningún reato.
La mencionada Ley de Ordenamiento Territorial produjo frustración en los círculos que la esperaron con ansiedad durante tantos años. Nada resolvió sobre la creación de Regiones. Pasó de agache dejando de atender la orden constitucional de hacer el respectivo desarrollo legislativo. Tanto, que la Corte Constitucional expidió recientemente una providencia en la que ordena al Gobierno Nacional y al Congreso cumplir con la norma.
Por fortuna el tema se está volviendo de interés nacional. Lo será con mayor fuerza en la medida en que avancen los diálogos y las gestiones para la paz, habida cuenta de que parte grande de la conflictividad existe en las regiones. Allí esta la violencia, el desamparo, el desplazamiento, la necesidad de la convivencia pacífica.
La llegada del doctor Fernando Carrillo al Ministerio del Interior ha creado confianza en materia de descentralización, autonomías y regiones. El doctor Carrillo fue miembro de la Asamblea Constituyente y viene de cumplir eficiente y elogiada labor en el BID, donde manejó temas de democracia, desarrollo regional y buen gobierno. Es además un académico de altas notas y estirpe liberal. Recientemente dijo en Foro con Alcaldes que su Ministerio será el de las Regiones. ¡Enhorabuena!
* Abogado y Político.
Abogado, ex congresista, ex constituyente, ex consejero de paz, ex ministro, ex procurador, ex candidato presidencial, ex diplomático y ex gobernador.