El Gobierno colombiano decretó oficialmente la situación de desastre por un período de 12 meses, que se podrá prorrogar por otros 12 más, previo concepto favorable del Consejo Nacional para la Gestión del Riesgo, debido a las afectaciones por el fuerte invierno en las regiones del país.

El Gobierno colombiano decretó oficialmente la situación de desastre por un período de 12 meses, que se podrá prorrogar por otros 12 más, previo concepto favorable del Consejo Nacional para la Gestión del Riesgo, debido a las afectaciones por el fuerte invierno en las regiones del país.

Se espera inicialmente la destinación de $1.7 billones para las primeras ayudas, donde se atenderá de acuerdo a la gravedad de los daños y damnificados, donde principalmente el departamento del Chocó es el más damnificado y que según el reporte del director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Carrillo, por el momento no hay víctimas ni personas desaparecidas.

El Decreto 1372 determina que la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres elaborará un plan de acción para la rehabilitación y reconstrucción de las áreas afectadas, que será “de obligatorio cumplimiento por todas las entidades públicas o privadas que deban contribuir a la ejecución”, señala el artículo 4 del decreto.

El Fondo Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres manejará los recursos para la respuesta y recuperación del desastre declarado, mediante una subcuenta temporal denominada Subcuenta Variabilidad Climática 2024, creada para el efecto por la Junta directiva. Eso se hace, se explica en el artículo 6, con el fin de mantener separados presupuestal y contablemente los recursos destinados a atender la emergencia.

A través del Ministerio de Hacienda, liderado por el titular de dicha cartera, Ricardo Bonilla, “garantizará en todo momento que el fondo cuente con recursos suficientes que permitan asegurar el apoyo a las entidades nacionales y territoriales en sus esfuerzos encaminados a realizar las actividades contempladas en la fase de respuesta” y de recuperación.

Balance de los desastres

La situación que ha vivido el departamento del Chocó ha sido difícil porque las lluvias del 9, 10 y 11 de noviembre de 2024 presentadas en este departamento generaron emergencias principalmente por inundaciones en 25 municipios con reporte de afectación preliminar de 37.577 familias, 187.885 personas, 4.337 viviendas, 18 colegios y 1.487 hectáreas.

“En consecuencia, el departamento de Chocó se ve inmerso en un dinamismo de la emergencia que puede desestabilizar el equilibrio existente y generar nuevos riesgos y desastres; así como en una tendencia de la emergencia a modificarse, agravarse en otras poblaciones o a perpetuarse; y la capacidad o incapacidad de las autoridades de cada orden para afrontar las condiciones de la emergencia”, se lee en el decreto.

Sin embargo, Chocó no es el único departamento afectado. El reporte de emergencias del segundo semestre de 2024 indica que se han registrado 1.666 eventos climáticos, entre ellos incendios forestales (60%), vendavales (14%), deslizamientos (11.2%) e inundaciones (10.4%). El 40% de todos esos eventos se desarrollaron entre el 10 de septiembre y el 12 de noviembre de 2024 y ya ocasionaron la muerte de 5 personas, 37 heridos, 2 desaparecidos, 88.268 personas afectadas, 180 viviendas destruidas, 11.503 viviendas averiadas, 61 vías afectadas, 6 acueductos, 8 alcantarillados y 58 centros educativos afectados, entre otras.

En San Vicente de Chucurí, en el departamento de Santander, la arremetida de lluvias ha afectado a esa localidad y veredas circunvecinas, región que provee en alimentos, no solo al departamento sino al país, principalmente con la producción de cacao.

Pronostico de lluvias

El IDEAM prevé que la fase de La Niña podría persistir hasta el primer trimestre de 2025 (enero-febrero-marzo), con una probabilidad del 60%. Se estima que podría alcanzar su fase de madurez durante el trimestre noviembre-diciembre-enero, con una probabilidad del 75%.

El Gobierno señala que el comportamiento de las precipitaciones en 2024 ha mostrado anomalías significativas, lo que ha incrementado los riesgos en los suelos, ya sea por exceso o déficit de lluvias.

El comportamiento del clima pronostica afectaciones principalmente en las zonas rurales.

“Las variaciones climáticas intraanuales complican la planificación y gestión de los recursos hídricos, lo que incrementa la probabilidad de que se materialicen riesgos en diversos sectores y comunidades”.

Bogotá, D. C, 13 de noviembre de 2024

Redacción Ecos Noticia.

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