Entre los últimos actos administrativos del Presidente Donald Trump, realizado en la tarde del 19 de enero y pocas horas antes de abandonar la Casa Blanca,  estuvo el de señalar al Gobierno Rebelde del Norte de Yemen, Africa, como organización terrorista, sin escuchar las alertas de la ONU y su reacción posterior.

Por Luis Fernando García Forero*.- El impacto de las sanciones ejecutivas de los EEUU son temas de imprescindible debate y posición, poniendo sobre la mesa de trabajo una interrogante fundamental: ¿A quién perjudican en forma contundente?

Entre los últimos actos administrativos del Presidente Donald Trump, realizado en la tarde del 19 de enero y pocas horas antes de abandonar la Casa Blanca,  estuvo el de señalar al Gobierno Rebelde del Norte de Yemen, en Africa, como organización terrorista, sin escuchar las alertas de la ONU y su reacción posterior.

Dicho señalamiento por parte de Trump implica conducir al Pueblo de Yemen a una hambruna sin precedentes porque el 80% de su población depende de manera urgente de la asistencia humanitaria.

Con la firma de ese acto desafortunado, Trump condenó a 12 millones de niños al hambre, no a los Jefes ni demás asociados a la política, porque será imposible el ingreso de alimentos y medicinas vitales.

Está nefasta experiencia la ha vivido Cuba, con la millonaria Familia Castro, Venezuela con  Hugo Chávez y sus secuaces y otros, que a diferencia de lo que se esperaba como una presión, se convirtió en una oportunidad para más y más sofisticados negocios turbios y criminales, como lo mostró el caso de Alex Saab, más recientemente, quien comerciaba alimentos no aptos o de la peor calidad para los programas compensatorios.

El Pueblo de Yemen con la pérdida de más de 250 mil ciudadanos, ya vivía un infierno desde que la coalición de Arabia Saudi ataca a esa república del norte de africana.

Por ello, ante está complicada situación, voces calificadas ya se han pronunciado, como Avaaz.org:  organización civil global Estadounidense fundada en enero de 2007 que promueve el activismo ciudadano en asuntos como el cambio climático, derechos humanos, corrupción, pobreza, derechos de los animales, paz y conflicto; pero también la ONU. Ambas le pidieron al nuevo presidente Joe Biden su intervención.

No hay la menor duda que esa desafortunada decisión de Trump también criminaliza el trabajo de las Agencias de Cooperación y a los proveedores de alimentos y medicinas.

Razones tendrá el Congreso de Estados Unidos de seguir avanzando en el juicio político contra el controvertido expresidente Donald Trump.

Bogotá, D. C, 23 de enero de 2020

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