La reforma del Código Penal de la Santa Sede permite inculpar a cualquier persona que transfiera dinero o bienes al Vaticano provenientes de "un delito grave", sin importar donde fue sido realizado

La reforma del Código Penal de la Santa Sede permite inculpar a cualquier persona que transfiera dinero o bienes al Vaticano provenientes de "un delito grave", sin importar donde fue sido realizado

Un empresario italiano fue condenado a dos años y medio de prisión por lavado de dinero y sus depósitos confiscados por el Tribunal del Vaticano, una primicia en el micro-Estado, informó la Santa Sede.

La sentencia se remonta al 17 de diciembre, cuando Angelo Proietti, de 63 años, quien había sido procesado en Italia por bancarrota fraudulenta, fue condenado por colocar más de un millón de euros en el Vaticano vinculados a sus actividades ilícitas en Italia, destacó AFP.

El dinero, confiado al Instituto para las Obras de Religión (IOR), también denominado "Banco del Vaticano" fue retenido en 2014 durante la investigación, y finalmente incautado.

Proietti, actualmente bajo arresto domiciliario en el marco de juicio en Italia, puede apelar, aunque de todas formas no puede ser encarcelado en el Vaticano, que no cuenta con una sola celda en su territorio y confía a los condenados de derecho común a las cárceles italianas.

"Ésta es la primera vez que se instruye un caso por este delito en la jurisprudencia del Vaticano", señaló la Santa Sede en un comunicado, evocando una decisión de "importancia fundamental" para la lucha contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo, llevada a cabo en los últimos años tras siglos de secretos y escándalos.

Emprendida por Benedicto XVI y firmada en 2013 por Francisco, la reforma del Código Penal de la Santa Sede permite inculpar a cualquier persona que transfiera dinero o bienes al Vaticano provenientes de "un delito grave", sin importar donde fue realizado.

En el pasado, el IOR ha sido acusado de recibir con los ojos cerrados fondos de clientes mafiosos o poco recomendables, antes de una importante limpieza en 2015 que provocó el cierre de casi 5.000 cuentas. 

La institución tiene actualmente unos 15.000 clientes, en su gran mayoría religiosos, congregaciones y empleados del Vaticano, y gestiona fondos de unos 5.700 millones de euros. 

Ciudad de Vaticano, 29 de diciembre de 2018.-

Por Redacción Ecos Internacional.

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