La Organización Mundial del Comercio (OMC), el organismo internacional que regula el comercio global de bienes, servicios y propiedad intelectual, atraviesa una aguda crisis porque no ha renovado el Tribunal de Disputas, una unidad clave que dejó de operar este diciembre.

La Organización Mundial del Comercio (OMC), el organismo internacional que regula el comercio global de bienes, servicios y propiedad intelectual, atraviesa una aguda crisis por la no renovación del tribunal de disputas, una unidad clave que dejó de operar este diciembre.

EE.UU. ha impedido durante dos años el nombramiento de jueces en el Órgano de Apelación, considerado como la Corte Suprema del comercio y que cuenta con un equipo de siete jueces. Luego de que concluyera el mandato de dos de ellos, quedaron dos vacantes que no pudieron ser renovadas, por lo que el tribunal no tendrá el quorum necesario para resolver los casos.

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha atacado en repetidas ocasiones a la OMC, acusándola de tomar partido por China y otros rivales en las disputas comerciales.

Pero la discordia con la OMC, que tiene sede en Ginebra, se remonta a hace más de una década. EE.UU. acusa al Órgano de Apelación de sobrepasar sus competencias y de que los jueces han cambiado leyes sin la aprobación de sus miembros. Washington insiste en que la Constitución de EE.UU. no permite que un tribunal extranjero reemplace a uno estadounidense.

Otros puntos de conflicto son las retribuciones de los jueces, que consideran demasiado elevadas, y la excesiva duración de los procesos. EE.UU. incluso llegó a amenazar con bloquear el presupuesto de la OMC para 2020, pero la pasada semana, finalmente, se logró llegar a un compromiso en un presupuesto provisional, que incluía sustanciales recortes en el Órgano de Apelación.

Muchos expertos subrayan que la guerra comercial entre China y EE.UU. hace más necesaria que nunca la OMC, pero también señalan que el país del norte cree que sus intereses nacionales están mejor atendidos si negocia sus propios tratados bilaterales, sorteando las reglas de la OMC.

"EE.UU. está más interesado ahora en sus juegos de poder que en operar según el sistema internacional de reglas”, expresó el economista Martin Braml, del Instituto de Investigación Económica (IFO), con sede en Múnich.

El Órgano de Apelación de la OMC ya no es el árbitro último en las disputas comerciales internacionales. Los jueces que aún quedan pueden concluir una serie de procesos que están abiertos, pero es posible que la obligada pausa lleve a algunos países a no atenerse a las reglas de la OMC, ya que no hay amenaza de sanciones. "Es difícil predecir cuánto durará la disputa”, dice Braml, "pero podríamos estar sin este organismo durante meses”.

Washington ha rechazado la propuesta de más de 100 de los 164 países miembros de la OMC para comenzar el reclutamiento de nuevos jueces. Como alternativa, un diplomático ha diseñado un plan para un proceso de nombramiento temporal de jueces, que reflejaría el tribunal de la OMC. Aun así, Washington dice que no tomará parte en él.

Hasta que se alcance una solución permanente, es probable que las disputas comerciales sean resueltas mediante arbitraje. Los miembros de la WTO podrán seguir presentando sus reclamos, pero los países que no queden contentos con las resoluciones pueden sencillamente retrasar su implementación diciendo que el tribunal de disputas no estaba en funcionamiento.

Ginebra, 17 de diciembre de 2019.-

Redacción Ecos Economía.

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