Por Felicia Saturno Hartt. Foto: Portal Financiero. Después del reciente ataque cibernético, el hackeo masivo de WannaCry, han surgido posiciones que satanizan el uso digital, en el mundo económico- financiero, de las Fintech, herramientas y aplicaciones que, no sólo son utilísimas y democratizadoras, sino un activo que hace superar la crisis de reputación de identidad, imagen y status quo de personas, empresas e instituciones.
De la unión de dos palabras en inglés, “finance” y “technology”, surge el concepto Fintech, que viene a englobar a todas aquellas empresas del sector de las finanzas, donde las nuevas tecnologías es la base de su negocio.
En el mundo de las finanzas existen diversas áreas de actuación y dado que las Fintech tienden a especializarse, de ahí que existan distintas tipologías dentro de esta clase de empresas; cada una de ellas enfocada a solucionar un problema para particulares y/o empresas.
Los distintos tipos de Fintech que pueden encontrarse en el panorama global, como aquellas que trabajan en la financiación, en transferencia de fondos nacionales e internacionales, de asesoramiento global, gestión de recursos financieros, de pago y cobros desde aplicaciones móviles, entre otras. Y las aplicaciones de apoyo económico- financiero como son las Social Money.
Ante el temblor en el mundo globalizado del Hackeo de WannaCry, que invadió sobre todo a las “Fantech” involucradas con el sector gubernamental, financiero, bancario, etc, el Presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, compareció frente al Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo.
Draghi hablo sobre el papel de la innovación financiera y el progreso que generan las "Fintechs", pero destaca la necesidad de vigilarlas de cerca, por los riesgos que llevan asociados.
Como fuerza transformadora, explica Draghi, se requiere el cálculo preventivo de su poder de uso y fragmentación, porque es vertiginoso su alcance.
El Presidente del BCE afirma que “las Fintech pueden facilitar a los bancos el ajuste de sus modelos de negocio, recortes de costes y la aparición de nuevas oportunidades de negocio. También pueden complementar la capacidad de prestar de los bancos, al actuar como un canal adicional de acceso al crédito", destacó Draghi.
Uno de los problemas no abordados por la Agenda Política y asumido por Draghi, es la ausencia de un control y regulación sobre los viejos y nuevos riesgos de las Fintech.
Draghi expone la necesidad de controlar este nuevo mundo tecnológico en las finanzas. "Es esencial valorar y adoptar un contexto regulatorio para este sector, cada vez más grande, de la innovación financiera. Asegurar la existencia de un campo de regulación común, tanto para los nuevos como para los viejos jugadores y proveer supervisores con herramientas adecuadas para enfrentarse a los nuevos riesgos. Estamos trabajando activamente en esto, tanto a nivel europeo como internacional".
Prefigurar el futuro y defender a los usuarios en el presente.