Cerca de tres de cada cinco ciudades del mundo, con al menos 500.000 habitantes, corren un alto riesgo de padecer un desastre natural, advierte el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DESA) en su último informe.

Cerca de tres de cada cinco ciudades del mundo, con al menos 500.000 habitantes, corren un alto riesgo de padecer un desastre natural, advierte el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DESA) en su último informe.

En conjunto, estas ciudades albergan a 1400 millones de personas, es decir, alrededor de un tercio de la población urbana del mundo.

La publicación, lanzada con motivo del Día Mundial de las Ciudades, reveló que 679 de las 1146 ciudades son vulnerables a ciclones, inundaciones, sequías, terremotos, deslizamientos de tierra o erupciones volcánicas o a una combinación de estos fenómenos.

Un claro ejemplo son grandes centros urbanos como Manila, Tokyo, Santiago de Chile o la Ciudad de Guatemala que están expuestas a cuatro o cinco tipos de los desastres naturales previamente mencionados.

Entre las ciudades con más de 10 millones de habitantes, únicamente Moscú, El Cairo y Kinshasa tienen un bajo o nulo riesgo de sufrir alguno de los seis riesgos que analiza el estudio.

El autor principal del estudio de DESA, Danan Gu, destacó que las zonas urbanas concentran entre un 70% y 80% de la producción económica mundial y reúnen al 55% de la población: "Tal concentración de gente y actividad económica significa que los desastres naturales podrían ser potencialmente más costosos y letales si golpean las ciudades."

Gu añadió que el informe busca ahondar sobre las vulnerabilidades de las ciudades a los desastres naturales, con atención especial a la mortalidad y las pérdidas económicas.

La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) señala que durante los últimos 20 años los desastres naturales han provocado la muerte de 1300 millones de personas y que 4400 resultaron heridas, perdieron su hogar o precisaron ayuda de emergencia.

Las ciudades no paran de crecer

“Cada semana 1,4 millones de personas se trasladan a las ciudades”, resaltó el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en su mensaje por el Día Mundial de las Ciudades.

“Esa rápida urbanización puede poner a prueba la capacidad local y contribuir a un mayor riesgo de desastres, tanto naturales como provocados por el hombre”, dijo.

La solución a ese problema reside en “crear resiliencia”, subrayó Guterres quien indicó que ciudades como Quito, Bangkok o Johannesburgo ya emprendieron ese camino.

De la capital ecuatoriana destacó la regeneración o protección de más de 200.000 hectáreas usadas “para aumentar la protección contra las inundaciones, reducir la erosión y salvaguardar el suministro de agua dulce y la biodiversidad de la ciudad”.

El titular de la ONU recordó que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de París sobre el cambio climático, el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres y la Nueva Agenda Urbana, presentan una hoja de ruta para lograr un mundo más sostenible y resiliente.

Nairobi, 3 de noviembre de 2018.-

Por Felicia Saturno Hartt.

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Según un Informe del Movimiento Break Free From Plastic, tres de las marcas que han firmado el compromiso con ONU, Coca-Cola, Pepsi y Nestlé, son las empresas que más contaminación por plástico producen.

Según un Informe del Movimiento Break Free From Plastic, tres de las marcas que han firmado el compromiso con ONU, Coca-Cola, Pepsi y Nestlé, son las empresas que más contaminación por plástico producen.

“El informe demuestra de forma irrefutable el papel de las grandes corporaciones en perpetuar la contaminación mundial de plástico”, señaló el Coordinador Global del Movimiento Break free from Plastic, Von Hernandez, en el lanzamiento del estudio en Manila.

Como informó Efe, Más de 10.000 voluntarios llevaron a cabo ente el 9 y el 15 de septiembre 239 acciones de limpieza de plásticos en costas y otros entornos naturales de 42 países como Filipinas, Tailandia, Vietnam, la India, Indonesia, Australia, Chile, Ecuador, Brasil, México, Estados Unidos, Canadá, Marruecos o España.

En total recogieron más 187.000 piezas de plástico, de las que más del 65% correspondían a envoltorios de productos de grandes corporaciones mundiales, con Coca-Cola, Pepsi y Nestlé a la cabeza.

Alrededor de las 100.000 piezas o porciones de plástico recolectadas eran de materiales que son imposibles o muy difíciles de reciclar, como el poliestireno, el PVC (cloruro de polivinilo), PET (tereftalato de polietileno), usado sobre todo en botellas o el filme de plástico de un sólo uso.

Parece que la presión ha tenido sus efectos y la industria alimentaria aceptará, por fin, que si queremos seguir viviendo en la Tierra, determinados envases no tienen cabida.

Manila, 30 de octubre de 2018.-

Por Redacción Ecos Ecología.

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En una iniciativa que la Organización de Naciones Unidas (ONU) describió  como el esfuerzo más ambicioso llevado a cabo nunca antes, para luchar contra la contaminación por plásticos, 250 grandes compañías alimentarias han firmado un compromiso para dejar de utilizar el plástico en sus envases en el 2025.

En una iniciativa que la Organización de Naciones Unidas (ONU) describió  como el esfuerzo más ambicioso llevado a cabo nunca antes, para luchar contra la contaminación por plásticos, 250 grandes compañías alimentarias han firmado un compromiso para dejar de utilizar el plástico en sus envases en el 2025.

Entre las firmantes se encuentran todos los grandes grupos de la industria alimentaria, como Coca-Cola, Pepsi Co., Kellog´s, Nestlé, Unilever, Danone o Mars.

La iniciativa es resultado de la colaboración entre The Ellen MacArthur Foundation y el Programa Medioambiental de Naciones Unidas (UNEP), las organizaciones que han logrado alcanzar el acuerdo con la industria.

Según cifras que detalla el Foro Económico Mundial, si en 2014 se produjeron 311 millones de toneladas de plásticos, se estima que en 2050 llegaremos a unos 1,124 millones de toneladas. Esto quiere decir que habrá más plástico que peces en los océanos.

No hay alternativa

Aunque es una noticia a todas luces positiva, más que un gesto de Responsabilidad Social Corporativa, el acuerdo es un movimiento de la industria para adelantarse a lo que pronto será un requisito legal, al menos en Europa.

La Comisión Europea presentó en primavera una serie de medidas para reducir significativamente la producción de plásticos y la contaminación que estos producen, especialmente en el mar. La semana pasada, el Parlamento votó por la erradicación total de todos los plásticos de un solo uso para 2021 (cuatro años antes que el compromiso alcanzado por la industria).

La UE ha puesto el ojo, en concreto, en 10 productos desechables que representan el 70 % de toda la basura marina: entre otros, la cubertería de plástico, las pajitas, las botellas y los envases de comida. La alternativa a estos envases desechables será una obligación legal, para la que muchas compañías están ya trabajando. 

Hasta ahora, el enfoque mayoritario para reducir los residuos plásticos pasaba por evitar que estos acabaran donde no debían. Pero esto ya no es suficiente.

“Sabemos que limpiar plásticos de nuestras playas y océanos es vital, pero esto no impide que la marea de plástico entre en los océanos cada año”, ha asegurado Ellen MacArthur, la exregatista británica que preside la fundación que se encuentra tras esta iniciativa. “Necesitamos avanzar río arriba hacia la fuente del flujo”.

Nueva York, 30 de octubre de 2018.-

Por Redacción Ecos Ecología.

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Así lo anunció el Presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, quien señaló que la Empresa Colombiana de Petróleos va a adelantar el primer proyecto de ‘fracking’ en el Magdalena Medio con el único objetivo de evaluar con las academias y las comunidades, los beneficios e impactos que trae esa práctica para la exploración y explotación de hidrocarburos.

Así lo anunció el Presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, quien señaló que la Empresa Colombiana de Petróleos va a adelantar el primer proyecto de ‘fracking’ en el Magdalena Medio con el único objetivo de evaluar con las academias y las comunidades, los beneficios e impactos que trae esa práctica para la exploración y explotación de hidrocarburos.

El Presidente de la empresa estatal, Felipe Bayón, dijo que “Es un área más grande que Barrancabermeja y que puede tener 150 kilómetros de extensión por un lado y 60 kilómetros por el otro, e incluye no solo parte del departamento de Santander sino también otros siete en donde hemos identificado un importante potencial”.

Bayón fue contundente en afirmar que para que se pueda llevar a cabo ese proyecto se debe cumplir con los respectivos requisitos para el licenciamiento y dijo que se ampliará el diálogo con comunidades respecto a la práctica del ‘fracking’ en el territorio nacional.

Recordó el Presidente de Ecopetrol que Colombia tiene reservas de 2000 millones de barriles que  dan autosuficiencia por 6 años y agregó que el potencial que se ve en el Magdalena Medio alcanzaría entre 2000 y 7000 millones de barriles, lo que significa que se podría triplicar las reservas de crudo.

 “Es entendible la preocupación que existe en varios sectores, y es indudable que todos queremos cuidar el medio ambiente y los recursos hídricos. Este es un debate que lleva tiempo y por eso necesitamos dialogar para tener una mejor información, en donde nosotros tenemos que hacer más pedagogía para acercarnos a las comunidades”, explicó el presidente de la petrolera.

 “Nosotros no vamos a poner a competir el petróleo y el agua, si en algún momento pensáramos que alguna de nuestras operaciones tuviera impactos en el agua, pues no la realizaríamos ya que tenemos un total compromiso con el cuidado del medio ambiente”, aseguró Bayón, al destacar que Colombia todavía tiene potencial en los yacimientos convencionales, por lo que el ‘fracking’ es una alternativa a la que no se le puede apostar todo.

“El país, en los 100 años de la industria, ha producido solo el 19 % de lo que nosotros creemos que hay en el subsuelo y esto lo podemos subir al 24% y hasta el 30 %. Además, tenemos un potencial importante en gas, pero los yacimientos no convencionales son una alternativa para buscar los hidrocarburos que necesitan las refinerías y para que el país pueda tener autoabastecimiento y seguridad energética”, concluyó el Presidente de Ecopetrol Francisco Bayón.

Bogotá, D. C, 29 de octubre de 2018

Redacción Ecos Ecología

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La Bioenergía moderna tendrá el mayor crecimiento en recursos renovables entre 2018 y 2023, lo que subraya su papel fundamental en la creación de una cartera renovable robusta y garantiza un sistema energético más seguro y sostenible, según el último pronóstico de mercado de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

La Bioenergía moderna tendrá el mayor crecimiento en recursos renovables entre 2018 y 2023, lo que subraya su papel fundamental en la creación de una cartera renovable robusta y garantiza un sistema energético más seguro y sostenible, según el último pronóstico de mercado de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Las energías renovables continuarán su expansión en los próximos cinco años, cubriendo el 40% del crecimiento del consumo energético mundial, de acuerdo con el informe de análisis y previsiones de mercado Renewables 2018 de la AIE.

Su uso continúa aumentando más rápidamente en el sector eléctrico, y representará casi un tercio de la generación eléctrica total mundial en 2023. Debido al apoyo político más débil y las barreras adicionales al despliegue, el uso de energías renovables se expande mucho más lentamente en los sectores de transporte y calefacción.

Si bien continuará el crecimiento de las energías solar fotovoltaica y eólica en el sector eléctrico, la Bioenergía sigue siendo la mayor fuente de energía renovable debido a su uso generalizado en calefacción y transporte, sectores en los que otras energías renovables desempeñan actualmente un papel mucho más pequeño.

“La Bioenergía Moderna es el gigante ignorado en el campo de las energías renovables”, dijo el Dr. Fatih Birol, Director Ejecutivo de la AIE. “Su participación en el consumo mundial total de energías renovables es de aproximadamente el 50% en la actualidad, es decir, tanto como la energía hidráulica, eólica, solar y todas las demás fuentes de energía renovables combinadas. Esperamos que la Bioenergía Moderna continúe liderando el campo, y tiene grandes perspectivas de un mayor crecimiento. Pero serán esenciales políticas correctas y rigurosas regulaciones de sostenibilidad para alcanzar su máximo potencial”.

El enfoque en la Bioenergía es parte del análisis de la AIE de los “puntos ciegos” del sistema energético, cuestiones que son críticas para la evolución del sector energético pero que reciben menos atención de la que merecen, como el impacto de los sistemas de aire acondicionado en la demanda de electricidad, o el creciente impacto de los productos petroquímicos en la demanda mundial de petróleo. Suponiendo que estén en vigor fuertes medidas de sostenibilidad, el informe identifica un potencial adicional, sin explotar, de la bioenergía para hacer más verde y diversificar el uso de la energía en los sectores industrial y transporte.

China lidera el crecimiento mundial en energía renovable como resultado de las políticas para descarbonizar todos los sectores y reducir la contaminación atmosférica, y se convierte en el mayor consumidor de energía renovable, superando a la Unión Europea en 2023.

Entre los mayores consumidores de energía del mundo, Brasil tiene el mayor proporción de energías renovables en gran medida: casi el 45% del consumo total de energía final en 2023, impulsado por una contribución significativa de la bioenergía y la energía hidroeléctrica.

Mientras tanto, la energía solar fotovoltaica domina la expansión de la potencia eléctrica renovable. Las adición de 178 GW de potencia renovable en 2017 batió otro récord, representando por primera vez más de dos tercios del crecimiento de la potencia eléctrica neta mundial. La potencia fotovoltaica fue la que más se expandió (97 GW), más de la mitad en China. Mientras tanto, las adiciones de eólica terrestre disminuyeron globalmente por segundo año consecutivo, y el crecimiento de la energía hidroeléctrica continuó desacelerándose.

Se pronostica que la potencia fotovoltaica aumentará en casi 600 GW, más que todas las demás tecnologías renovables combinadas, o hasta el doble de la capacidad total de Japón, alcanzando 1 TW al final del período de pronóstico. A pesar de los recientes cambios políticos, China sigue siendo el líder absoluto en fotovoltaica, con casi el 40% de la potencia fotovoltaica instalada a nivel mundial en 2023. EE.UU. sigue siendo el segundo mayor mercado de crecimiento para la fotovoltaica, seguido de India, cuya potencia se cuadruplica. 

La energía eólica sigue siendo el segundo mayor contribuyente al crecimiento de la potencia renovable, mientras que la energía hidroeléctrica sigue siendo la mayor fuente de electricidad renovable para 2023. Similar a la previsión del año pasado, se espera que la potencia eólica se expanda en un 60%. Mientras tanto, impulsada por el progreso tecnológico y las significativas reducciones de costes, la potencia eólica marina se triplica, con un crecimiento que va más allá de Europa a Asia y Norteamérica.

Incluso con tecnologías renovables cada vez más competitivas, las políticas apropiadas y el diseño del mercado son críticos. En un caso acelerado, que supone mayores medidas de apoyo gubernamental, la expansión de las energías renovables en la electricidad y en el transporte podría ser un 25% mayor.

El potencial sin explotar de la Bioenergía en las industrias del cemento, el azúcar y el etanol también es significativo. El crecimiento de la bioenergía en los sectores de industria, transporte y electricidad combinados podría ser tan considerable como el de otras energías renovables en el sector eléctrico. Una proporción significativa de este potencial se basa en los residuos que ofrecen bajas emisiones de gases de efecto invernadero y mitigan las preocupaciones sobre el cambio de uso de la tierra. Además, el uso de estos recursos puede mejorar la gestión de residuos y la calidad del aire.

Madrid, 19 de octubre de 2018.-

Por Redacción Ecos Ecología.

Fuente: FuturEnergy/AIE.

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Una red latinoamericana busca investigar el problema de la basura en ríos y mares, a través de un programa de ciencia ciudadana con escolares. La iniciativa comenzó en Chile y fue replicada también en Alemania.

Una red latinoamericana busca investigar el problema de la basura en ríos y mares, a través de un programa de ciencia ciudadana con escolares. La iniciativa comenzó en Chile y fue replicada también en Alemania.

Son los Científicos de la Basura. Un grupo de investigadores de la Universidad Católica del Norte (UCN), en Coquimbo, Chile, comenzó en 2007 un programa de ciencia ciudadana. Casi por casualidad, el alemán Martin Thiel, biólogo marino y profesor de esta universidad, se encontró con este preocupante tema.

"Como trabajábamos mucho en terreno a lo largo de la costa de Chile, siempre nos cruzábamos con basura, tanto flotando en el mar como en las playas. Era un tema que ya no podíamos eludir y del que nos dimos cuenta que no había mucha investigación científica. Todos sabían que había basura en la playa, pero no cuánta era, de qué tipo y, especialmente, de donde venía”, cuenta el director del programa en entrevista con DW.

La idea es investigar y generar información relevante para abordar el problema, llevar la ciencia a los colegios, y fomentar la conciencia ambiental. Partieron con alumnos de Coquimbo y pronto se extendieron a otras ciudades de Chile, con el apoyo de profesores e investigadores, haciendo estudios en el litoral y en los ríos.

"Rápidamente nos dimos cuenta de que lo más problable era que la basura no venía de otros países, sino que en su gran mayoría tenía fuentes locales. Y si viene de Chile, tenemos que hacer educación ambiental y generar información científica, trabajando con los colegios”, explica el director de Científicos de la Basura.

Unas 40 escuelas del país se han sumado al proyecto, en el que los alumnos aprenden de primera mano a hacer ciencia: formulan preguntas, aplican una metodología estandarizada y reúnen datos comparables. "¡Qué mejor forma de abordar este problema!”, destaca Thiel.

Ahora están formando la Red Latinoamericana, a la que se han unido representantes de 10 países de la costa del Pacífico. Además de 13 colegios chilenos, se han anotado otros 25 de Perú a México. Los datos permitirán hacer una radiografía comparativa de la situación en la región.

Del río al mar

Las investigaciones de los Científicos de la Basura han arrojado datos reveladores. El promedio de basura en playas es mayor a dos unidades por metro cuadrado; la gran mayoría, de 80 a 90 por ciento, es plástico. También registraron una alta acumulación de desechos en las riberas de los ríos.

"Esto es indicio de vertimientos ilegales de personas que intencionalmente van a los ríos a depositar su basura, principalmente domiciliaria. Esta no sólo se queda en la ribera, sino que además, por crecidas o temporales, llega al curso de agua y es transportada por el mismo río a la zona costera”, indica a DW la bióloga marina Daniela Honorato, coordinadora de la Red Latinoamericana Científicos de la Basura.

Aunque en Chile no se han observado aún situaciones como la playa saturada de residuos de República Dominicana, "hay ciertos lugares con condiciones parecidas, focos de mucha basura, lo que probablemente está relacionado con ríos. Cuando hay lluvias, crecidas o de un golpe con las primeras lluvias al final del verano el río bota toda la basura que se ha acumulado en el año, vemos fenómenos similares”, explica Thiel.

El problema se repite en muchos lugares del continente. "Es un recuerdo importante para quienes viven al interior del país, muchas veces lejos del mar, que también tienen una alta responsabilidad en lo que ocurre en el mar”, afirma el investigador.

Coquimbo, 18 de octubre de 2018.-

Por Redacción Ecos Ecología.

Fuente: Autor Victoria Dannemann.

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A raíz del último tsunami que devastó Indonesia, investigadores muestran cómo el aumento del nivel de mar puede incrementar la magnitud de los tsunamis, poniendo en peligro a ciudades enteras.

A raíz del último tsunami que devastó Indonesia, investigadores muestran cómo el aumento del nivel de mar puede incrementar la magnitud de los tsunamis, poniendo en peligro a ciudades enteras.

Tras los extremos tsunamis ocasionados por terremotos desencadenados en el océano Índico en 2004 y en Japón en 2011, oleajes apocalípticos vaticinan desastres mayores. Este temor a las "grandes aguas”, en el lenguaje del Presidente de los EE.UU. Unidos, Donald Trump, se reavivó a causa del tsunami, que ha matado a más de  1.350 personas en Indonesia. 

Unas semanas antes de este último desastre, un grupo de científicos predijeron que los impactos de los tsunamis empeorarían debido al aumento del nivel del mar, relacionado con el Cambio Climático: "Nuestra investigación muestra que el aumento del nivel del mar incrementa significativamente el peligro de tsunami, ello significa que tsunamis más pequeños en el futuro podrán tener los mismos impactos adversos que los grande tsunamis de hoy”, dijo Robert Weiss, profesor asociado del Departamento de Geociencias en el Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia, EE. UU. 

Weiss fue uno de autores de un estudio, publicado en Science Advances en septiembre de 2018, que, de manera un tanto profética, observó los impactos del tsunami en un mundo donde el nivel del mar está en aumento.

"Un tsunami como el que se originó el viernes en Palu, dentro de 50 años sería peor, porque los niveles del mar están aumentando en esa parte del mundo. Es un área bastante llana, y es probable que ya haya empezado a experimentar un incremento en las inundaciones”, expresó, asimismo, Adam Switzer profesor asociado del Observatorio de la Tierra de Singapur y coautor del estudio titulado Un modesto aumento de 0,5m del nivel del mar duplicará el riesgo de tsunami en Macao.

Conexión con el clima

Durante mucho tiempo, los científicos asumieron que los tsunamis y el aumento de los niveles del mar eran fenómenos completamente separados. A pesar de monitorear cómo el aumento de los niveles del mar causará inundaciones en las comunidades costeras a causa de las tormentas, especialmente en países insulares de baja altitud, como las Islas Salomón, pocos han intentado entender cómo este síntoma del cambio climático podría exacerbar condiciones climáticas extremas y desastres naturales.

"Realmente queremos ver los extremos”, dijo Switzer, "los peores escenarios”. Usando modelación por computadora de vanguardia que, según Weiss, no estaba disponible cinco años atrás, esta investigación analiza los impactos del tsunami en oleajes extremos. En ese sentido, ciudades costeras como Macao en China, que están consideradas "seguras ante tsunamis”, no lo serían ya en el futuro si las predicciones del aumento del nivel del mar se mantienen.

"Las áreas que son consideradas como seguras ante tsunamis y que requieren de un tsunami de 2 a 3 metros para inundarse, necesitarán ahora un tsunami de 1.5 a 2 metros”, indicó Switzer.

El peor de los escenarios

El problema se exacerbará aún más, ya que ahora se ha pronosticado que el incremento del nivel del mar será mucho mayor de lo previsto hasta el momento. "Lo que pensamos que era el peor de los casos hace cinco o diez años atrás, es ahora solo una predicción media”, dijo Weiss.

Un gran aumento del nivel del mar conllevará pequeños tsunamis que ocurrirán con mayor frecuencia, pero que serán más destructivos.

Según Weiss, los pequeños terremotos y tsunamis son mucho más frecuentes que el tipo de desastre masivo causado en 2011 por el tsunami Tohoku en Japón. Así, el tsunami desencadenado por el terremoto de magnitud 9.1 podría ser ocasionado por movimientos telúricos más leves en un planeta donde crece el nivel del mar.

Hoy, bastaría un terremoto de magnitud 8.6 para inundar Macao, pero en 50 años, el aumento del nivel del mar causado por el clima significa que un terremoto de 8.2, que es seis veces menos fuerte, inundaría la ciudad.

Como en la típica película de desastres ocasionados por el mar, donde enormes paredes de agua arrasan ciudades costeras, Macao es el tipo de megalópolis que sería más vulnerable en un mundo más caliente.

EE.UU. y Europa también vulnerables

A raíz del aumento del nivel del mar, las ciudades costeras podrían ser cada vez más vulnerables a tsunamis que se originan en regiones climáticas distantes. Esto se debe en parte a que los tsunamis pueden viajar a través de vastas áreas. En el 2011, el mega tsunami Tohoku viajó desde Japón hasta California en solo 10 horas a una velocidad de 7.000 kilómetros por hora, según Weiss.

El investigador de la Universidad de Virginia, está empleando modelación por computadora para observar cómo un futuro tsunami podría impactar en California después de un terremoto en Alaska, por ejemplo, o cómo la costa atlántica podría ser inundada debido a gigantes tsunamis desencadenados en la placa tectónica de Groenlandia. Oleajes de 10 metros, provocados por un tsunami en Groenlandia, podrían también alcanzar la costa de Francia en un último escenario, de acuerdo con Weiss.

Mitigando los impactos del tsunami

Gran parte de esta investigación va a contribuir en la construcción de apropiados sistemas de defensa costeros para proteger mejor a las ciudades y comunidades de los ciclones y las inundaciones. Pero dichas medidas tendrán poco efecto si el incremento del nivel del mar duplica, triplica o hasta cuadriplica la frecuencia e impacto de los tsunamis.

De ese modo, la mejor defensa contra este escenario apocalíptico será la mitigación del cambio climático.

"El aumento del nivel del mar es, en primer lugar, determinado por el uso de combustibles fósiles y nuestra continua producción de dióxido de carbono”, dijo Switzer. "No se pueden desvincular estas cosas; están todas relacionadas”.

Tokuku, 14 de octubre de 2018.-

Por Redacción Ecos Ecologia.

Fuente: Stuart Braun (EM/CP)

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La organización internacional, que ganó el Nobel de la Paz, demanda un giro copernicano para limitar la subida de las temperaturas a 1,5ºC.

La organización internacional, que ganó el Nobel de la Paz, demanda un giro copernicano para limitar la subida de las temperaturas a 1,5ºC.

Limitar la subida de temperaturas a 1,5 grados centígrados requeriría "cambios sin precedentes" a nivel social y global, alerta el nuevo Informe presentado por el Grupo Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC).

El Informe señala que limitar el "calentamiento global a 1,5 ºC", barrera que se cree que se superará entre 2030 y 2052 a este ritmo, "requeriría cambios rápidos, de amplio alcance y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad", desde consumo de energía a planificación urbana y terrestre y muchos más recortes de emisiones.

El reporte del IPCC, presentado en Incheon (Corea del Sur), examina vías para limitar el calentamiento hasta 1,5 en vez de 2 grados, tal y como se estableció en el Acuerdo del Clima de París y advierte de que las efectos para ecosistemas y la vida en el planeta serán mucho menos catastróficos si se logra mantener esta barrera más ambiciosa.

Las emisiones de gases contaminantes de origen humano ya han elevado la temperatura media del planeta en torno a 1 grado con respecto a antes de la revolución industrial en el siglo XIX y transformando la vida en el planeta, según recordó el Presidente del IPCC, Hoesung Lee: "Mantener el calentamiento global en un nivel inferior a 1,5 grados en vez de 2 será muy difícil, pero no imposible".

Acotar el calentamiento por debajo del límite de 1,5 grados evitaría una mayor extinción de especies y, por ejemplo, la destrucción total del coral, básico para el ecosistema marino, o reduciría la subida del mar en 10 centímetros para 2100, salvando zonas costeras y litorales, según el informe.

La terrible diferencia de 1,5 grados

Superar el límite de 1,5 grados depararía un mayor incremento del calor extremo, las lluvias torrenciales y la probabilidad de sequías, algo que tendrá un efecto directo sobre la producción de alimentos, sobre todo en zonas sensibles como el Mediterráneo o Latinoamérica.

También afectará a la salud, suministros de agua y crecimiento económico, con un impacto especialmente negativo sobre las poblaciones más pobres y vulnerables del planeta, dice el texto, que cuenta con 6.000 referencias científicas y viene firmado por 91 expertos de 40 países.

Para evitar superar esa barrera, dice el informe, hace falta consumo energético más eficiente, agricultura más sostenible y menos extensiva o destinar más terreno al cultivo de recursos energéticos. También multiplicar por cinco la inversión actual en el terreno tecnológico para lograr que transporte, edificios o industria emitan mucho menos y que a su vez se perfeccione la captura de gases de contaminantes.

El informe, dirigido a países de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático, será usado como base para las discusiones de la vigésimo cuarta cumbre del clima (COP24) que se celebrará en Katowice (Polonia) este diciembre.

Incheon, 11 de octubre de 2018.-

Por Redacción Ecos Ecología.

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La ONU ha distinguido con el Premio “Campeones de la Tierra 2018 para América Latina y el Caribe”, su máximo reconocimiento a la lucha por la conservación medioambiental, impulsado por Covestro, a Gator Halpern, un emprendedor que ha recibido númerosos premios por su trabajo restaurando corales.

La ONU ha distinguido con el Premio “Campeones de la Tierra 2018 para América Latina y el Caribe”, su máximo reconocimiento a la lucha por la conservación medioambiental, impulsado por Covestro, a Gator Halpern, un emprendedor que ha recibido númerosos premios por su trabajo restaurando corales.

Halpern y su compañía Coral Vita han recibido numerosos premios, entre ellos: Forbes 30 Under 30, JM Kaplan Innovation, Halcyon Incubator, WeWork Creator, Fast Company World Changing Idea y las becas Green Innovation de la Universidad de Yale y Echoing Green.

Coral Vita: devolviendo la vida a los corales

Halpern le narró su historia y vivencia a ONU Medio Ambiente:

“Recuerdo la primera vez que vi un arrecife de coral muerto. Estaba en Honduras y los vibrantes colores submarinos se extendían como una alfombra de neón en el lecho marino. El sol se reflejaba en las escamas de los peces mientras nadaban entre brillantes corales rojos y amarillos. Luego los colores se desvanecieron y me horroricé: me encontré con un cementerio de coral muerto. Un campo de esqueletos de coral cubiertos de algas se extendía frente a mí”.

Crecí en San Diego, California, y pasé mucho tiempo en las olas y en la playa. Me devastó que esto pudiera sucederle a uno de los ecosistemas más importantes de nuestro océano. Mi mente se remontó al tiempo en el que visité una comunidad maya indígena en la Selva Lacandona de México. Después de semanas de vivir en armonía con la naturaleza, en el camino a casa vi columnas de humo que se elevaban por encima de los árboles. El bosque prístino estaba siendo talado y quemado para hacer pasto de ganado.

Esa industria invasora estaba poniendo en peligro los medios de vida tradicionales de mis nuevos amigos, que vivían en un bosque cada vez más pequeño. No podía entender por qué nuestros estilos de vida son tan destructivos para nuestros ecosistemas. ¿Por qué estamos cambiando el equilibrio de la naturaleza de forma permanente para alimentar nuestros deseos a corto plazo? Y me pregunté, ¿qué puedo hacer para marcar la diferencia?

Un hermoso relato para inspirar a muchos a asumir una conciencia ecológica con nuestro patrimonio global.

Los Ángeles, 7 de octubre de 2018.-

Por Redacción Ecos Ecología.

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De Sumatra a Chile, de Sicilia a Japón, los Tsunamis más mortíferos registrados en más de un siglo, han marcado con su huella la historia reciente del planeta.

De Sumatra a Chile, de Sicilia a Japón, los Tsunamis más mortíferos registrados en más de un siglo, han marcado con su huella la historia reciente del planeta.

Según informó la Agencia France Press, los seis tsunamis más mortíferos registrados son los que reportamos a continuación.

Sumatra (220.000 muertos).  26 de diciembre de 2004 

Un gran sismo de los llamados "megaterremotos" el 26 de diciembre de 2004 con una magnitud de 9.1, golpeó Aceh, en el norte de la isla indonesia de Sumatra, que provocó un tsunami que se sintió en lugares tan alejados como la costa de Somalia. Las olas llegaron a varios países del océano Índico y provocaron la muerte de 170.000 personas sólo en Indonesia, la mayoría en la provincia de Aceh. 

En otros países el balance fue de unos 50.000 muertos, lo que eleva la cifra total de víctimas a unas 220.000 personas, convirtiéndose en uno de los desastres naturales más dramáticos de la historia humana. 

No hubo alerta de tsunami, lo que dejó poco margen para evacuar a la población, a pesar del lapso de horas entre olas en los diferentes continentes. 

Según el Instituto Geológico de Estados Unidos, el sismo liberó una energía equivalente a la de 23.000 bombas como la lanzada sobre Hiroshima. 

Japón (19.000 muertos). 11 de marzo de 2011 

Japón se vio sacudido por un sismo de magnitud 9.0 el 11 de marzo de 2011, seguido de un tsunami que arrasó varias localidades a lo largo de la costa noreste del país. Unas 19.000 personas fallecieron o desaparecieron con la entrada de la masa de agua en tierra firme, que devastó todo a su paso. 

La masa líquida inundó también la central nuclear de Fukushima, dañando sus reactores, en lo que se convirtió en el peor accidente nuclear desde el de la la central soviética de Chernóbil, en 1986.

El desastre marcó profundamente a los japoneses y aún hay afectados por la catástrofe que siguen viviendo en alojamientos temporales. 

Chile (5.842 muertos) Mayo de 1960 

En mayo de 1960, Chile sufrió el terremoto más potente jamás registrado, con una magnitud de 9.5, que llegó acompañado de un tsunami sentido en todo el Pacífico. Más de 5.700 personas murieron en Chile y 61 en Hawái, cuando las olas alcanzaron este archipiélago estadounidense en el Pacífico. Japón no se libró, con 1.600 viviendas dañadas y 142 muertos. 

Según sobrevivientes japoneses, las olas del tsunami llegaron a tener una altura de hasta cinco metros. 

Filipinas (entre 5.000 y 8.000 fallecidos). 17 de agosto de 1976 

Poco antes de la medianoche del 17 de agosto de 1976, un sismo de magnitud 7.9 sacudió las islas filipinas de Mindanao y Sulu. Lo siguió un tsunami con olas de hasta cinco metros que atraparon a miles de personas mientras dormían. 

Entre 5.000 y 8.000 personas perdieron la vida, según cálculos oficiales, lo que hace de éste uno de los peores desastres naturales en la historia de las islas Filipinas. 

Papúa Nueva Guinea (2.000 fallecidos según fuentes oficiales, pero 6.000 y 8.000 fallecidos según fuentes locales). 17 de julio de 1998 

Dos movimientos telúricos, ambos de magnitud 7.0 sacudieron Papúa Nueva Guinea el 17 de julio de 1998. Ambos provocaron un tsunami que devastó 30 km de las costas norte del país y arrasaron siete pueblos. 

Según estadísticas oficiales, la catástrofe dejó más de 2.000 muertos, aunque fuentes locales dan un balance de entre 6.000 y 8.000 fallecidos. El drama también dejó a 12.000 personas sin techo. 

Sicilia (95.000 muertos) 28 de diciembre de 1908 

Un sismo de magnitud 7.0 en el estrecho de Mesina, en el sur de Italia golpeo el 28 de diciembre de 1908, seguido de un tsunami, provocó unos 95.000 muertos en Sicilia y Calabria. 

Las ciudades de Mesina y de Regio Calabria fueron las más afectadas 

Yakarta.- Un sismo seguido de un tsunami arrasó el 28 de septiembre de 2018 la ciudad de Palu, en la isla Célebes, uno de los países más propensos a sufrir catástrofes naturales.

París, 5 de octubre de 2018.-

Por Redacción Ecos Ecología.

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