Con el guajiro ejemplar Lenín Bueno Suárez, se nos fue tempranamente, con sólo 69 años de edad, un gran cultor, promotor y prolífico compositor de nuestra música vernácula. De él podemos decir, con antonio machado, que hizo camino al andar al vallenato.

Por Amylkar D Acosta M.- El guajiro ejemplar Lenín Bueno Suárez, se nos fue tempranamente, con sólo 69 años de edad, un gran cultor, promotor y prolífico compositor de nuestra música vernácula. De él podemos decir, con Antonio Machado, que hizo camino al andar al vallenato.

Cuando este era considerado todavía una música provinciana, encerrada en sí misma y sin mayor reconocimiento por fuera de su entorno, él les sirvió de punto de apoyo a los iniciados en su interpretación para que accedieran a las disqueras para grabar en acetato, porque aún estábamos en la era analógica, muy lejos de nuestra era digital. 

Entre quienes encontraron en Lenín Bueno apoyo e impulso se cuentan, entre otros, el dúo de Héctor Zuleta y Adaníes Díaz, así como el de Toby Murgas y Ender Alvarado, los sorprendentes. Gracias a él Discos Philips les abrió sus puertas para sus primeras grabaciones. 

Lenín hizo posible la unión entre Daniel Celedón e Ismael Rudas, el doble poder, quienes marcaron toda una época, hasta convertirse en referentes del buen vallenato. Como también se le reconoce su gestión para unir la voz inconfundible de Rafael Orozco con el genio del acordeón Israel Romero, conocidos y reconocidos posteriormente como el Binomio de Oro

Cómo no recordar su dirección en la CBS de las grabaciones de Jorge Oñate, el Gilguero de América y de los Zuletas. fué, además, pionero de los programas radiales de música vallenata a través de las ondas hertzianas de la Voz de Barranquilla

Entre sus composiciones se destacan: Soy Parrandero y Qué, Nostalgia Estudiantil, Siempre Unidos, Estrella Fugaz y el Drama Provinciano, todas éxitos discográficos. 

Paz en su Tumba! 

Bogotá, D, C. noviembre 28 de 2019

www.amylkaracosta.net

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