Guajira, 10 de junio de 2018. Por Redacción Ecos. Foto: DEG. - Hace un año, el agua potable era muy escasa en las Aldeas wayúu, al noreste de Colombia. La población local tenía que pedir el vital líquido en camiones con elevados precios y cuando el dinero no era suficiente, no tenían más remedio que beber agua sucia, lo que provocaba enfermedades e incluso la muerte.

En un internado, cerca de la aldea, se ha encontrado la solución al problema. Una planta potabilizadora del H20, que en un principio estaba destinada a la desalinización de agua de mar, se emplea para filtrar aguas residuales con fuentes de energía renovable.

El internado vende el agua potable a la población por un precio justo. Como consecuencia, el número de enfermedades ha disminuido rápidamente.

La Institución alemana de Financiación para el Desarrollo (DEG, en sus siglas en alemán) y la empresa MFT Membran-Filtrations-Technik GmbH lograron, con este proyecto,  su objetivo de garantizar el suministro de agua potable y prevenir enfermedades como la hepatitis A, fiebre tifoidea/paratifoidea y diarrea aguda.

Es de interés señalar que la implementación del proyecto se realiza por medio de instalaciones descentralizadas de desalinización y soluciones con suministro de energía autónomo para la producción de energía solar y eólica.

250 habitantes de los pueblos guajiros pueden abastecerse con diez litros de agua potable al día, mediante un proceso de desalinización por ósmosis inversa, que mediante una membrana semipermeable elimina las sales del agua, con una inversión de 390.436 euros (456.000 dólares americanos) de los cuales 195.218 euros (228.242 dólares) provienen de la Iniciativa Internacional para la Protección del Clima.

Una alternativa económica y productiva que no sólo hizo controlar la calidad del recurso hídrico, sino proveer de recursos al internado.

Comments powered by CComment