Redacción Ecos. Foto: MinTrabajo.-  Desde la perspectiva de empleo y empleabilidad, con base en la revisión de experiencias internacionales de Uganda, Sierra Leona, Bosnia-Herzegovina, México y Perú, para identificar acciones para el desarrollo territorial, se realizó en Santa Marta, este viernes, el Encuentro "Regiones, Oportunidades y Paz", organizado por el Ministerio del Trabajo, con la participación del Banco Mundial.

El propósito esencial fue extraer lecciones claves en la formulación de una hoja de ruta de las oportunidades de trabajo en un contexto de paz, para tener en cuenta en la implementación de un acuerdo de paz como el que se avecina en Colombia.

Con los expositores invitados de Uganda, Sierra Leona, Bosnia-Herzegovina, México y Perú, se hizo un recorrido de los abordajes de esta importante dinámica sociopolítica para ilustrar la implementación de este aspecto en el país.

El caso de Uganda

El modelo de Uganda, expuesto por el especialista senior de protección social y empleo del Banco Mundial, Suleiman Namara, refiere que allí se creó el Fondo de Acción Social del norte de Uganda, financiado por BM para intervenir la situación socioeconómica presentada, donde el programa de oportunidades de los jóvenes es uno de los componentes.

Dicho proyecto que apoya a grupos entre 15 y 30 personas, consiste en subsidiar la formación para el trabajo, donde se facilita la matrícula para la formación, los materiales y herramientas para iniciar. Está dirigido a jóvenes desempleados y subempleados, desplazados, exsecuestrados, excombatientes, desertores escolares y guerreros desarmados en alto riesgo.

La cobertura del programa fue de 1 millón frente a la meta de 1 millón 300 mil en tres años y está basado en el modelo Community Driven Development, CDD, desarrollo impulsado por la comunidad.

El caso de Sierra Leona

La experiencia del programa de empleo juvenil en Sierra Leona, también socializada por Suleiman Namara de BM, está basado en gestión comunitaria, empleo, infraestructura intensiva en mano de obra y formación para el trabajo. Revela el gran potencial para el posconflicto a través de la generación de ingresos y emprendimientos, así como de capacidades laborales que trascienden la duración del programa.

Igualmente, revela las posibilidades que ofrece la formación para el trabajo para promover la productividad laboral y el capital social a través de los modelos de gestión de abajo hacia arriba y las tecnologías intensivas en mano de obra.

El Caso de Bosnia y Herzegovina

En su intervención la especialista Senior de Protección Social y Empleo de BM, Maniza B. Naqvi, se refirió a lo que la experiencia en Bosnia les dejó como conocimiento y enumeró los aspectos que consideró "enseñanzas" sobre los resultados de los programas de empleo: "lo primero que hay que hacer es perdonar, y lo otro es ganar la confianza de los ciudadanos, y los implicados directos en la guerra, y esto se logra planteando proyectos realizables y que se pongan en marcha de forma rápida y efectiva".

Otra de las conclusiones fue que "los apoyos y acuerdos que se proyecten para terminar con el conflicto, se liguen a un tiempo determinado y no se extiendan, pues se hacen inmanejables e insostenibles para los gobiernos, ya que las víctimas o grupos implicados en ellos tienden a volverse grupos de lobby político".

Aconsejó que se debe contar con el 100% de los recursos de financiación, porque de lo contrario, si no se pueden implementar, se baja el nivel de confianza en el proceso y  los procesos de paz deben ser acuerdos simples, sin muchos pormenores ni promesas que no se puedan cumplir rápidamente, pues eso alimenta el descontento en los pueblos y se pierde credibilidad".

El caso de México

El ex Director General de Atención de Grupos Prioritarios, Programa de Empleo temporal, de la Secretaria de Desarrollo Social, Sedesol, de México, Ramiro Ornelas Mattos, ilustró sobre la atención a emergencias con programas de empleo temporal. Presentó una diferencia entre la atención de urgencias y la de crisis, en lo concerniente a la temporalidad y complejidad de la intervención.

El primer caso, corresponde a sucesos inesperados por lo cual la intervención debe ser inmediata ya que el problema requiere la presencia de policía y fuerzas armadas, controlando desastres de magnitudes y consecuencias tremendas. En el segundo, cuando corresponde a una crisis que puede ser por la incubación de un problema de largos antecedentes, y finalmente se produce un colapso del mercado laboral, se requiere de una intervención con una atención un poco más espaciada y de al menos seis meses.

El caso de Perú

El ex Viceministro de Políticas Agrarias del Ministerio de Agricultura y Riego de Perú, Cesar Sotomayor Calderón, anotó que es importante que las comunidades asuman la responsabilidad de la gestión de las iniciativas a implementar, lo que permite fortalecerlas y empoderarlas en la toma de decisiones sobre el desarrollo local.

Expresó Sotomayor que las intervenciones integrales en activos, tanto sociales como humanos, permiten contar con una versión más holística de la calidad de vida rural, necesaria para la superación de la pobreza.

De otra parte, expuso que no hay que subestimar los efectos de los programas de generación de ingresos y seguridad alimentaria a nivel rural en la recomposición del tejido social y en la autonomía de las comunidades.

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