Los operativos militares contra los campamentos de las Farc, que dejaron en las últimas horas 29 insurgentes muertos y  el ataque de dicho grupo guerrillero que dejó 10 militares sin vida en el Cauca, así como el anuncio de esa guerrilla de levantar el cese el fuego unilateral, demuestran que el proceso de paz atraviesa por una de las más grandes crisis: no cesa la guerra y lo peor aún, que el conflicto se va a intensificar.

El incremento de la ofensiva militar anunciada y hecha efectiva por el Presidente Juan Manuel Santos, generó de inmediato una reacción de las Farc, que a través de un comunicado anunciaron  levantar la tregua unilateral que decretaron hace más de 5 meses, genera una gran desconfianza en el proceso, no sólo entre las partes, sino por la población civil y la comunidad internacional.

El Presidente Santos había demostrado su generosidad, a pesar de las circunstancias, y en un acto, que fue criticado, decidió por más de 30 días frenar los bombardeos a los campamentos de esa guerrilla, hasta que las Farc masacraron 10 uniformados en el Cauca.

A esas acciones bélicas se sumó también la muerte de una niña de 7 años,  cuando al salir de una escuela en tierra caucana, pisó un  artefacto explosivo, precisamente el día en que se iniciaba la ejecución del Plan Piloto de Desminado Humanitario.

Todos esos hechos violentos llenaron la copa del Gobierno. Los bombardeos contra los campamentos de esa guerrilla se intensificaron. 

Desde que se inició el proceso en La Habana, la guerra no para. Aunque se ha avanzado mucho en los puntos de la negociación, la intensidad del conflicto no visualiza un buen horizonte para la firma del fin del conflicto.

De ahora en adelante, como están las cosas, las fuerzas van a demostrar poderío con ataques de parte y parte que ponen en angustias principalmente a la población civil.

El proceso pide un SOS. Ojalá la iniciativa del Presidente Juan Manuel Santos, de buscar en forma urgente un diálogo con el Papa Francisco para  lograr acelerar el fin del conflicto,  le de santidad  y paciencia al Jefe de Estado colombiano y evite que se termine una negociación que nunca había llegado tan lejos, para lograr la paz.

Mientras tanto los colombianos seguimos, a pesar de las dificultades, ávidos de alcanzar una verdadera y duradera reconciliación nacional.

Comments powered by CComment