El escándalo en la Corte Constitucional en Colombia, paraliza a ese alto y máximo tribunal, guardián de la constitución que rige a los colombianos.

Así lo concluyó Ecos Políticos luego del programa de Caracol: Hora 20, dirigido y conducido por Diana Calderón, donde participaron los juristas Juan Carlos Esguerra y Carlos Medellín, ex ministros de justicia; Ramiro Bejarano, ex director del DAS; Juan Fernando Londoño, comunicador Social, analista político y ex viceministro de justicia; Juan Manuel Charry, constitucionalista  y Hernando Yepes, ex constituyente.

El tema se centró por la negativa de renuncia de Pretelt, a quien todos los estamentos de la sociedad, ramas del poder público y sus mismos colegas, le han solicitado su dimisión, pero que en declaraciones a la W Radio, Pretelt sostuvo que si se iba de la Corte, también se irían todos sus colegas, señalando que destaparía conductas de los demás magistrados.

Es decir, que denunciaría ante la Comisión de Acusación todo cuanto sabe al interior de la Corte Constitucional. Ante esas declaraciones, la Sala Plena del Tribunal Constitucional se reunió por cerca de 10 horas y comunicó que estaban dispuestos a defenderse cada uno individualmente y que además pedían una convocatoria con los representantes de las ramas ejecutiva, legislativa y el Fiscal entre otros, para buscarle una salida al problema.

Ante este preámbulo, amigo lector, lo invitamos a que se entere de las declaraciones de cada uno de los participante en este panel radial, voces representativas y conocedoras del tema y que hacen verdaderamente historia en un caso que tiene en la cuerda floja no sólo a la justicia colombiana, sino a la institucionalidad.

El ex ministro Juan Carlos Esguerra inaugura el programa y dice que le produce una  tristeza enorme, un dolor de Patria y dolor de abogado lo que está ocurriendo. Resalta que no debió  haber ocurrido jamás, porque lo que debe prevalecer en esas dignidades son los valores y una serie de principios “que veo tristemente  comprometidos y extraviados: la dignidad, la majestad , la respetabilidad de la justicia y de cada uno de los jueces de Colombia, por encima de cualquier consideración de carácter personal.

Sobre ese contundente concepto y apreciación de Esguerra, la Periodista Diana Calderón le interroga de inmediato: ¿qué se debería hacer, le pide la renuncia a Pretelt  solamente o también a los demás magistrados?

“Creo que la renuncia de Jorge Pretelt está demorada, no porque  con ella vaya a decirse que es culpable de  uno  o de otro delito, sino por razones elementales de dignidad personal, de magistrado,  de Presidente de la Corte Constitucional”. Afirmó Esguerra.

El turno fue para Ramiro Bejarano quien califica el hecho como bochornoso, que deja muy mal parado a Pretelt y a todos los magistrados de la Corte Constitucional. No salen bien librados. “Jorge Pretelt por supuesto, ha honrado una estirpe bastante peligrosa que es la de enlodar a todo el mundo para que sus faltas se vean menores y son procedimientos que como los calificó Claudia López es propio de instancias de mafioso, esa aptitud, de salir a atacar a todo el mundo, de enlodar a las personas, de que lo suyo se ve menos mal, porque es una actitud deleznable, por decir lo menos.

Bejarano sostuvo que los demás Magistrados también han salido mal librados.  El sólo hecho de reunirse en sala extraordinaria 10 horas, para luego comunicar que van a invitar al Presidente y a altos funcionarios, lo llevó a preguntarse:   ¿dónde queda la autonomía e  independencia de la rama judicial y de los magistrados de la Corte Constitucional, que tienen un enredo en su interior, por ellos mismos?. 

“No son capaces de resolverlo”, enfatizó Bejarano quien dijo que la renuncia de Pretelt  debió producirse hace rato, y fue más allá: “en mi criterio, los demás magistrados también deben renunciar”, argumentando que dicha situación se le salió de las manos “porque es insostenible lo que está sucediendo. Pretelt se les quedó atravesado como una mula muerta. Ellos no van a la Corte, mientras no esté Pretel y  eso  no puede seguir pasando, me parece que por la dignidad de la institución, para que el país recobre la normalidad lo que debería ocurrir es que todos los magistrados  de la Corte Constitucional se retiren, es una situación grave e inmanejable”.

Diana Calderón le da paso al ex ministro Carlos Medellín quien haciendo eco a su apellido, ex presó desde Medellín que “la guerra  civil en la Corte trajo consigo la falta de confianza mutua entre todos.  En un organismo colegial de tan altas calidades y responsabilidades como la Corte Constitucional requiere necesariamente de la buena fe entre ellos y de la confianza colegiada al interior de la Corte  que desafortunadamente se perdió. 

Criticó la negativa de Pretelt de renunciar y agregó que es  probable que ante la Comisión de Acusación denuncie a todos sus compañeros,  “lo que quiere decir que la semana entrante vamos a tener a la todos los magistrados de ese tribunal  denunciados”., dijo Medellín quien coincidió con su colega Bejarano en el sentido de que es una situación  insostenible, “porque la Corte Constitucional no va  a poder seguir actuando,  no vamos a presenciar una renuncia sino varias, que creo, que va a ser la fórmula para que recuperar  la confianza”.

La directora del programa, Diana Calderón, ahondó en ese aspecto y le dio paso al constitucionalista Juan Manuel Charry,  quien se mostró en desacuerdo con sus dos antecesores: “en mi opinión es equivocado poner la meta  en una o en varias renuncias de los magistrados de las altas corporaciones judiciales. Primero porque es ilegal  pedir renuncias. Estamos generando otra distorsión y poniendo en jaque las instituciones que no funcionan porque un señor no se va”, afirmó Charry, quien señaló que también se generan  responsabilidades disciplinarias.

Lamentó lo que está ocurriendo y dijo que es vergonzosa la reacción de los magistrados, más si se tiene en cuenta las épocas en que ocurrieron los hechos. “Todos guardaron silencio cuando el caso sucedió y sólo cuando se amenazó,  se tuvo evidencia de que iba a salir a la luz pública, entonces vinieron las reacciones: primero tímidas y ahora estridentes y desproporcionadas. 

Dijo que el caso le está haciendo mucho daño a las instituciones por eso pidió calma  y compostura, resaltando que “debemos pegarnos a los procedimientos jurídicos, así la Comisión de Acusación sea ineficiente, pero no podemos tomar la justicia por la propia mano, ni ni creer que la única solución es pedir la renuncia de una persona que debe ser investigada y que debe responder por sus actos”.

Inmediatamente salió al aire, el ex constituyente Hernando Yepes, quien se mostró de acuerdo con Juan Manue Charry sobre ese aspecto, pero dijo que lo que está en tela de juicio  y discusión es toda una cultura del ejercicio de las funciones por parte de la Corte Constitucional. Aquí desde luego  Pretelt parece haberse manchado de conductas francamente abominables. Pero no puede perderse de vista de que él está señalando de que muchas de las conductas  de las que está haciendo acusado en estos días, también son compartidas  por compañeros suyos, pero también por sobre todo, por magistrados del pasado. 

Para Yepes, se debe actuar con serenidad y seriedad, “con ánimo constructivo, para recuperarle al país un activo que en este momento está perdido,  pero que el país lo necesita como fundamento de su  Estado de Derecho. Que es una Corte Constitucional seria, solida, respetable, robusta, por su anclaje en la confianza nacional”

Fue claro en aseverar que a la Corte Constitucional “hay que reinventarla de nuevo, de cero. No podemos prescindir de ella, pero no podemos vivir con una Corte como la que hemos tenido durante varios periodos constitucionales, calificada por unas prácticas que son absolutamente contrarias al espíritu de los valores constitucionales que inspiraron su creación y que tienen  que fundar su actuación cotidiana”.

Juan Fernando Londoño, quien fue el único que no habló como jurista, pero si como un analista político y conocedor de los tejemanejes del Estado Social de Derecho en Colombia, dijo que el caso es tan grave porque la Corte era el principal referente del armazón constitucional de la actual carta política.

Enfatizó Londoño que era una Corte incólume y que más ha  hecho por volver realidad la constitución de 1991: “defendido los derechos de minorías,  que ha permitido  la defensa de la democracia, cuando un presidente intentó quedarse en el poder.  Esa Corte hoy en días está manchada está en tela de juicio y obviamente los ciudadanos  han perdido credibilidad y confianza  en sus instituciones judiciales. Por eso es tan grave lo que está pasando. 

Al referirse por qué se llegó a dicha situación, Londoño sostuvo que  le faltó al diseño institucional de 1991mecanismos de control real. “Las altas cortes no tienen quién las controle”, agregó, tras indicar que “cuando hay un poder que no tiene controles, se van extendiendo los límites de lo posible y se raya entre lo  ético y lo ilegal. Se van cruzando unos bordes y  unos límites que se han ido pasando a lo largo de los años”. 

El politólogo Juan Fernando Londoño fue certero en señalar que “el señor Pretelt no va renunciar porque la mejor garantía de impunidad es el fuero con el que cuenta”. Dijo que son unos controles irreales.

Sobre dicho aspecto, el ex constituyente Hernando Yepes manifestó que una Corte que tiene la facultad de pronunciar la última palabra sobre las normas constitucionales es por si misma  exenta de controles, por eso agregó que en el derecho comparado y en la filosofía política de todo el mundo, se predica que las cortes constitucionales deben someterse a un riguroso y constante autocontrol porque no hay jurídicamente ninguno que las pueda controlar. 

Fue directo a nuestra constitución y dijo que “se construyó en un régimen de privilegio y de inmunidad, a través de una  jurisprudencia de autocomplacencia,  de acumulación de prerrogativas y de violaciones sucesivas de la constitución, que fueron creándole un fuero que no estuvo en cabeza de nadie, pero que hoy la califica”.

Ramiro Bejarano auscultó más el origen de la crisis y dijo que el estado de descomposición  de la Corte Constitucional, “más que por la falta de control fue por la situación del desequilibrio institucional que se produjo a partir de abolir la prohibición de la reelección” y agregó que “el hecho de que el expresidente Uribe se hubiera hecho reelegir,  generó una situación de desequilibrio institucional que terminó que el Presidente Uribe, en su momento,  terminara apoderándose de las Cortes, teniendo una influencia muy grande en ellas y por eso las  consecuencias se están viendo ahora”.

Pero Bejarano fue más allá: “por eso hoy, dos magistrados que están involucrados en el escándalo, fueron los dos magistrados del Presidente Uribe”, exaltó el ex director del Das quien dijo que “ahí hay una responsabilidad política del ex presidente Uribe y que se genera como consecuencia de haber  levantado la prohibición de le reelección”.

Bejarano criticó a Charry y sostuvo que la tesis que expone en cuanto a las renuncias, es la misma que tiene el Procurador a quien reprochó porque “no ha dicho una sola palabra frente a las declaraciones  tan graves de su amigo y aliado el doctor Pretelt, a través de la W Radio”.

Afirmó Bejarano que  la tesis según la cual es exótico pedir renuncias como la  expuso el Procurador, es la misma que ahora le oigo al doctor Charry. ”No está contra la ley,  es una decisión política, es la que se ha buscado ambientar, porque esta crisis ya desbordó el marco de lo estrictamente jurídico”.

Juan Carlos Esguerra coincidió ido plenamente con el doctor Bejarano. Dijo que  la solicitud, el clamor por la renuncia que se ha generado, “es un reclamo de carácter moral que impone una obligación no menos moral, que es la de presentar la renuncia”.

Agregó Esguerra que verdaderamente son “circunstancias que van mucho más allá de las  meramente jurídicas relacionadas  con el derecho de defensa y con el debido proceso, aún si  de ese derecho de defensa y ese debido proceso llegare a surgir que no hay propiamente la comisión de un delito. El sólo hecho de haber reconocido que en los cocteles aceptaba aproximaciones o hacía invitaciones a abogados y propiciaba diálogos con quienes tenían interés en asuntos que se debatían ante la Corte Constitucional, es  absolutamente inaceptable y es indigno.

Diana Calderón, la directora del programa de opinión más importante y de audiencia que tiene Colombia, calentó aún más el tema cuando les preguntó que si se estaba viendo ya la teoría de prender el ventilador y untarlos a todos.

Ante el cuestionamiento, el ex constituyente Hernando Yepes salió inmediatamente al paso y dijo que “si eso fuera así , por qué sería censurable en Pretelt  y aceptable en los demás?

“Correcto, es una buena pregunta”, dijo Diana Calderón quien le dio paso a Carlos Medellín y dijo que “ por el contrario, estoy diciendo que la situación  debe ser igual para todos. La situación se volvió inmanejable en la Corte constitucional y  ellos mismos lo han demostrado. Fíjese que la señal que han mandado es que no pueden resolver ese problema solos, quieren convocar al Presidente, a los magistrados de las demás cortes, al  Procurador, al Fiscal”.

“¿No hay una diferencia entre un magistrado que está acusado de soborno , de la compra ilegal de tierras baldías que le quitaron  a las personas víctimas de violencia paramilitar. No hay una diferencia entre ese presunto comportamiento y el hecho de que el resto de los magistrados, según el victimario, en este caso,   hayan violado el artículo 84 de la Corte al recibir a unos lobistas cómo lo hizo Pretelt. ¿No Hay una diferencia?, o sea ¿no hay una sanción penal para uno? y quizá,  ¿una sanción disciplinaria para los otros”?, les preguntó Diana Calderón a los panelistas.

De nuevo Carlos Medellín sale al paso: “claro que hay una gran diferencia, si el tema es disciplinario o es penal. La gran dificultad que se advierte es que  si Pretelt hubiera renunciado, le habría hecho un gran favor  a la Corte y a la institución propiamente dicha. Pero con lo que ha dicho, que no va a renunciar y que va a presentarse a la Comisión de Acusaciones   otras denuncias contra sus otros compañeros, solamente me pregunto: ¿Cuándo va a poder trabajar la Corte así. Si a partir de lunes o martes van a estar todos denunciados y que además ya lleva dos semanas prácticamente paralizada. Veo muy difícil que siga trabajando la Corte de esa manera”.

 Inmediatamente Juan Fernando Londoño cuestionó  cuál era el estándar con el que se iba a evaluar la situación, “porque  ahora no se puede volver tampoco un delito ser miembro de la Corte Constitucional. Tampoco podemos  llegar hasta allá. La Corte ha sido muy  importante y hay que preservarla. Los que están pidiendo la renuncia del doctor Pretelt, no es  uno ni otro, por intereses políticos, es la opinión pública que está indignada con un señor y con todas las cosas que ha hecho”.

El académico constitucionalista Juan Manuel Charry afirmó que  “la solución no es tapen, tapen, porque la queremos mucho, tenemos que tener claridad. Las alarmas se vienen prendiendo de tiempo atrás y esas alarmas están mostrando que en la justicia hay gravísimos  problemas de diseño, de tráfico de influencias, carruseles de pensiones; entonces pensar que este es el único caso y que se soluciona con la renuncia de un señor, me parece una ingenuidad enorme”.

Diana Calderón se pregunta ¿ y la renuncia de ese señor, no cree usted que empezaría por darle alguito de dignidad a todo  este tema al menos para empezar a trabajar?.

Hernando Yepes gana la voz ante el micrófono y sostiene que  “lo que hace es consolidar la indignidad del conjunto. Hay que sentar  un presupuesto, en la Corte Constitucional actual, así  como hay personas que nunca han debido ser magistrados, hay otros que ejercen su función con seriedad y con rectitud”, sostuvo Yepes quien resaltó que “allá se sienta  una cumbre del pensamiento constitucional colombiano que es la doctora Sáchica, además está el doctor  Guerrero, el doctor Palacio, entre otros”.

Dijo que el problema se debe mirar con sentido institucional y no con base en las pequeñas  cosas de la política cotidiana. Aquí hay una Corte cuyas falencias  se están poniendo al descubierto y no son las propias de este o aquel magistrado en este momento, sino el producto acumulado de una cultura que predomina allá y que se caracteriza por haber constituido la Corte una casta oligárquica volcada sobre  si misma que se llenó de privilegios.

 Yepes se refirió a su compañero del panel Juan Manuel Charry y dijo que acierta cuando protesta contra esa trasgresión de fondo de toda democracia que es la separación de poderes encabezada por el ejecutivo. “El ejecutivo tiene unos intereses concretos y precisos en materia  de remoción de este magistrado”.

La pregunta no se hizo esperar de la directora uy moderadora Diana Calderón: ¿cuáles son los interés concretos del ejecutivo para solicitar la remoción del señor Pretelt, distintos a que un señor acusado de los delitos más graves con una toga puesta, sea una amenaza para la institución judicial.

“Sin que eso lo disculpe, está simplemente la disculpa para que el Gobierno avanzara en la búsqueda de capturar una curul en la Corte Constitucional y pudiera determinar, a través del cambio de Presidente,  la elección de registrador”, acentuó Hernando Yepes.

Ramiro Bejarano gana de una la palabra y señala: “Déjeme decirle al doctor Yepes y a los oyentes que quien hace las confesiones es él. Fíjese que todo su discurso se está volviendo político, que apuntan a conservatizar posturas y defender al doctor Pretelt. Esa tesis de que el gobierno se inventó este problema para tumbar al doctor Pretelt, no tiene fundamento, el problema reventó allá en la Corte Constitucional, el Gobierno no tiene nada que ver en eso”. 

Arremete Juan Fernando Londoño y pregunta: ¿entonces es qué todo el mundo es culpable, menos el doctor Pretelt?.

Ante el acaloramiento por las afirmaciones de Yepes, Diana Calderón sostiene que se debe tener  claridad: el doctor Yepes ha dicho que el Gobierno  tiene un interés para montar a otro, pero no ha dicho que el Gobierno se inventó el escándalo, eso es otra cosa. 

Sale al paso el ex ministro Carlos Medellín y dice que cuando “el ministro de justicia, Yesid Reyes,   pidió la renuncia y advirtió que  eso no era  una solicitud que separara ninguna norma jurídica, sino simplemente,  salvaguardar la continuidad del trabajo de la Corte. Para que se pudiera defender de ante las autoridades competentes. Estaba precisamente advirtiendo que si eso no se hacía la Corte no iba a poder funcionar, porque se iba a generar un problema mayor, y ya se generó. Al denunciar cuatro  o cinco delitos, incluidos conductas del Fiscal General de la Nación”. 

Ante lo dicho por Medellín, la directora y moderadora de inmediato le preguntó: ¿ usted cree que el Fiscal general de la Nación debe salir a responderle al país frente a esas acusaciones o no está en la obligación de hacerlo?. 

“No está en la obligación de hacerlo, la Fiscalía ha iniciado unas investigaciones que son de extrema gravedad y lo que está pasando aquí es lo que hemos visto en los últimos meses, y es que cada vez que la Fiscalía General adelanta una investigación, se hace un escándalo  que termina con los investigados fuera del país, y eso lo advirtió ya Pretelt, cuando  anunció que su familia se va del país”

Medellín insistió que eso es lo que ha venido sucediendo en los últimos meses,  desistitucionalizar  la justicia que era lo que se quería evitar. ”No recuerdo en el pasado reciente que los magistrados de una corporación y de una alta corte, estuvieran enfrentados de esa magnitud, que se ha puesto en riesgo la propia institucionalidad”.

Juan Carlos Esguerra consideró que se resiste a creer que haya un propósito político detrás y que respecto del  comunicado de la Corte no puede ser convocando a una cumbre de otros poderes donde terminen terciando el ejecutivo y el legislativo a ver si todos se ponen de acuerdo en cómo solucionar el problema: “eso sería borrar con el codo lo que llevan escribiendo con la mano un montón de veces”.

Se refirió a las investigaciones en la Fiscalía y afirmó que ese ente debe seguir  cumpliendo con sus obligaciones, “no me cabe  la menor duda, pero respecto de unos hechos que según se dicen ocurrieron en el 2002 y 2003, que precisamente vengan a salir hoy las primeras decisiones de la Fiscalía, me parecen de una inoportunidad del tamaño de una catedral”. Anotó Guerra.

De inmediato Juan Fernando Londoño replicó  y señaló que “estamos cayendo en una etapa muy peligrosa que es empezar a politizar todas las acciones judiciales. Entonces al paso que vamos los carteristas de Transmilenio lo que tienen que hacer es sacar carnet del Centro Democrático para que cuando los capture la policía digan que es una persecución política. En eso vamos a terminar. No podemos llegar a esos extremos”.

Yepes no deja de esforzar su voz en el micrófono y sostiene que “no es fácil entender o acertar como una expresión de una justicia seria, recta, inspirada en propósitos superiores, que es la que debemos tener siempre, a aquella que le parece al doctor Pretelt o a la familia del doctor Pretelt para decirle : mire usted no aceptó la invitación del Fiscal, no la de la Fiscalía, para que se fuera del puesto y  si no renuncia, le meto la mujer a la cárcel”.

Sobre el tema del Fiscal la directora Diana Calderón mete a Juan Manuel Charry y le pregunta: 

¿en qué situación quedó el Fiscal General de la Nación frente a este caso, frente a lo que hemos escuchado en el panel?

“Celebro el comunicado de la Corte Constitucional diciendo que responden de manera individual las denuncias. Se deben destapar las irregularidades, insisto, tenemos un problema estructural de la justicia que está pidiendo a gritos una profunda reforma que no se ha podido hacer y que se debe hacer por vías extraordinarias. Tenemos  un gravísimo problema de polarización política, que las personas descalifican al juez que los está investigando y eso no es válido, pero también tenemos justicia de oportunidad, o sea que sacan asuntos de hace 10 años, asuntos que conocían y cuando llega la oportunidad del escándalo lo sacan y entonces eso le da algo de respaldo a la polarización. Tenemos que destapar, tenemos que investigar, que respondan todos por lo que se les está señalando”.

Ramiro Bejarano no se calla y señala que “la  tesis del doctor Yepes se va a volver estribillo, que esto se trata de una persecución contra los conservadores. El comunicado de la Corte me parece deplorable, porque decir que van a salir a responder individualmente, eso no es ningún acierto, eso es obvio, lo que me parece es que no sé por qué quieren citar a los otros poderes públicos, eso deja por el suelo la independencia y la autonomía judicial”.

Remata Bejarano diciendo que lamentablemente en el comunicado la Corte Constitucional no le dijo al país su voluntad de seguir trabajando. “ No hay un solo renglón frente a eso, que es lo que realmente estamos reclamando los colombianos. La Corte se paralizó”.

El silencio de los panelistas quedó opacado con los jingles de cambio de tercio del programa Hora 20 de Caracol,  que cerró la semana con el tema de la grave crisis de la justicia colombiana, no sin antes, el agradecimiento de Diana Calderón, por la participación de los invitados y la atención de los oyentes.

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