Por Carlos Villota Santacruz.-Con una alta imagen en la opinión pública y tras siete meses de dejar el cargo de Vicepresidente Angelino Garzón está convencido que la ciudad de Cali y el Pacífico colombiano está llamada a jugar un papel fundamental en el futuro del país, a partir de una nueva relación entre el Estado, el sector privado, los gremios, la academia y la sociedad civil.

Sin la nostalgia del poder, pero bajo el amplio diálogo ciudadano con su tierra natal, está convencido que “la ciudad de Cali -es después de Salvador de Bahía, en Brasil- la urbe más importante del Pacífico, no solo de Colombia, sino de América Latina. Esta ciudad tiene una riqueza histórica, patrimonial, natural y con un población afrodescendiente, cuyo capital humano es infinito y reclama oportunidades de desarrollo e inclusión social”, dijo.

Después de acompañar al presidente Juan Manuel Santos como su fórmula Vicepresidencial del 2010-2014, donde jugó un papel fundamental en la solución de problemas coyunturales como marchas, movilizaciones sociales y la defensa de los Derechos Humanos de sus compatriotas, este Especialista en Derecho Administrativo de la Universidad de Salamanca, en España dice que los temas del presente y futuro del pacífico colombiano se deben discutir en ciudades como Cali, o Buenaventura. “No a miles de kilómetros en la Costa Caribe.”.

“Cali es una ciudad de región. A 100 kilómetros de Buenaventura. Eje de todas las ciudades del Pacífico, que debe mirar más allá de sus fronteras y conectarse con sus pares del continente, de Estados Unidos y del Asia”, añade Garzón.

Su propuesta de la construcción de la internacionalización de la ciudad de Cali y del Pacífico colombiano, surge en momentos en que el país se desarrolla una marcha nacional en homenaje a la vida, al tiempo que en el Congreso se discute el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018, donde se busca impulsar la creación de una “autopista verde” en los departamentos del Caquetá, Putumayo y Amazonas.

En su opinión, esta iniciativa tiene en su contenido un punto negativo. “No tiene una mirada de las diversas regiones del país. En el Plan Nacional de Desarrollo le apunta al debilitamiento financiero de los departamentos de Colombia, desconociendo completamente la riqueza y el potencial en materia de Biodiversidad del Pacífico.

“Esta región, es una de las más biodiversas del planeta. No podemos seguir a espaldas a esta realidad. Para corregir esa situación, es necesario que el Gobierno y la red interinstitucional del Estado, trabaje de la mano con la academia, en el propósito de potencializarla. Al que se debe sumar su cultura y sus tradiciones populares”, añadió.

Con los años de experiencia que posee en la administración pública Angelino Garzón advierte que  el departamento del Valle del Cauca está llamado a tener un rol protagónico en el continente. “Es una tarea de trabajo y de mucho compromiso que abre la puerta a crear un escenario de intercambio de experiencias de las ciudades que geográficamente están asentadas en el Pacífico.

De esta manera, se trabajaría con una hoja de ruta de cara al mar, de cara a la gente, de cara a su realidad social y económica, que debe dinamizarse, para alejar la pobreza, la violencia. Y aquella frase nefasta en términos de desarrollo que habla: no se puede”.

El ex Vicepresidente de Colombia es partidario de impulsar desde Cali la unidad de su región, a partir de una gestión unificada de sus autoridades municipales, bajo una línea de acción  la mira al Asia, no solo como un socio estratégico, sino como una fuente de intercambio de experiencias, en temas como el fortalecimiento de la educación. “Para lograr este objetivo, es necesario fortalecer la educación pública en el país”, afirma.

Garzón es amigo de las alianzas público-privadas, bajo el principio rector del fortalecimiento de sectores claves  como la educación, donde los jóvenes están inmersos en la globalización, con muchas expectativas frente al proceso de paz, que reclaman un mayor espacio laboral en sus ciudades y regiones.

“Al son que le toquen baila”. Esa ha sido su consigna de vida. Como nadie en los últimas dos décadas en Colombia, el ex Vicepresidente ha sido actor de primera línea en un país que le apuesta a la paz. Prueba de ello, es su paso por la Asamblea Nacional Constituyente, su gestión en la Central Unitaria de Trabajadores CUT y por la Gobernación del Valle del Cauca.

Su voz y su estilo es una marca. Tiene un sello personal inconfundible. Su historia al servicio de su país le quedan aún, muchas páginas por escribir; a las puertas de la elección regional de octubre, que definirá la composición de Gobernaciones, Alcaldías, Concejos, Asambleas y Justas Administradoras Locales, en el caso de Bogotá.

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