Bogotá, D. C, 7 de abril de 2018. Resumen de Agencias. Foto: elnuevodiario.co.ni.- El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva se entregó en la ciudad de Curitiba donde pagará una pena de 12 años por corrupción y lavado de dinero, lo que le corta de tajo su candidatura nuevamente a la Presidencia de la República.
Lula se entregó a las autoridades después de pasar las dos últimas dos noches en el Sindicato de los Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, en Sao Paulo, donde estuvo rodeado de miles de seguidores, quienes intentaron impedir por la fuerza la salida del dirigente hacia el sitio donde está recluido en Curitiba.
De esa manera el expresidente se presentó ante las autoridades policiales y judiciales, en medio de protestas que impedían que iniciara el camino a pagar la condena.
Fue tanta la rebeldía de sus seguidores para impedir la salida de exmandatario, que la Policía Federal tuvo que dispersar con gases lacrimógenos a sus copartidarios que aumentaban la protesta en la entrada de la institución, en el momento del aterrizaje del helicóptero en el que el expresidente fue trasladado hasta la prisión.
Entre tanto sus detractores festejaron y aplaudieron intensamente su encarcelamiento con pitos, cacerolazos y fuegos artificiales.
Lula, de 72 años y líder del Partido de los Trabajadores (PT) cumplirá su pena en una sala "especial" de unos 15 metros cuadrados y en cuyo interior hay una cama, una mesa con sillas, un baño privado y una ventana que da al patio interior de la sede policial. La sala está aislada de reclusos que están internados en la sede policial, siete de ellos por el caso de corrupción en Petrobras, por el que fue también condenado el exmandatario.
Lula gobernó a su país durante siete años, y pagará su pena cerca a Renato Duque, ex directivo de Petrobras, y Leo Pinheiro, expresidente de OAS, la constructora que dijo haberle cedido un lujoso apartamento en el litoral paulista a cambio de contratos con la petrolera, motivo de su condena y de su definitivo entierro en la política electoral.
