Por Luis Fernando García Forero.- Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia EP, tuvieron que esperar 52 años para darse cuenta que el camino de la lucha armada en pro de alcanzar el poder, es equivocado. En su X Conferencia ratificaron el compromiso de cumplir con los Acuerdos de La Habana con el Estado colombiano y acabar de una vez por todas con el conflicto más largo del continente americano.

 

“A más tardar en mayo, las Farc se reunirán como partido político”, fue la frase que  Iván Márquez lanzó a los insurgentes participantes de la Conferencia, para abrirle paso al proselitismo político, no obstante a las críticas de muchos sectores de la sociedad en Colombia, que cuestionan el tema  de la impunidad, por haber sido protagonistas de delitos de lesa humanidad.

 

La X Conferencia dejó atrás las teorías de El Capital de Marx y los planes de estrategias guerreristas para acabar con las estructuras del Estado, a cambio de prepararse para la entrega de los fusiles y declarar bajo la gravedad del juramento, ante la Justicia Transicional, lo que hicieron con sus acciones dentro de la insurgencia. Un Tribunal Especial permitirá establecer el verdadero camino legal para que cada guerrillero ingrese como ciudadano a participar de la democracia y desarrollo del Estado.

 

Cientos de guerrilleros estuvieron atentos a las declaraciones de su máximo jefe Timochenco, cuando fue claro en afirmar: “hemos refrendado unánimemente el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera (…) las FARC le manifiestan al pueblo colombiano su incalculable compromiso con el cumplimiento de lo acordado”.

 

De esa manera se daba paso al consenso dentro de esa organización armada para que este 26 de septiembre cuando el Presidente Juan Manuel Santos y Timochenco, ante cientos de personalidades de Colombia y el Mundo, así como de  millones de televidentes, firmen oficialmente el documento que declara que  la guerra en Colombia culminó y que se le abre paso a la reconciliación nacional para alcanzar una paz verdadera y duradera.

 

“Para que todo esto se pueda materializar, requerimos realizar un inmenso esfuerzo colectivo a fin de acompañar los acuerdos y lograr su implementación y que se imponga la tarea histórica de conformar una gran convergencia de fuerzas políticas y sociales, en el que quepan las más diversas expresiones progresistas, democráticas y revolucionarias”, manifestó ‘Timochenko’, en su discurso de clausura de la X Conferencia.

 

Mientras que la guerrilla de las Farc declaró el sí por el Acuerdo de La Habana, el Presidente de Colombia, su equipo de Gobierno y los partidos de la Unidad Nacional, recorren el territorio nacional convenciendo a los ciudadanos  que la guerra es cosa del pasado y que el presente del 2 de octubre con el plebiscito,   es la única oportunidad que tienen los colombianos, a través de las urnas, de iluminar y resplandecer el futuro de una patria en paz y que se merecen los niños de Colombia.

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