Bogotá, D.C. 1 de diciembre de 2017. Por Redacción Ecos. Foto: Eskinder Debebe/ ONU.- Como se establece en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, todas las personas, sean quienes sean y vivan donde vivan, tienen derecho a la salud.

Este derecho se apoya en un conjunto más amplio de derechos con los que se relaciona directamente, como el de la vivienda y los saneamientos adecuados, el de unas condiciones de trabajo saludables y los de acceso a alimentos nutritivos y a la justicia.

Solo se podrá poner fin al Sida como amenaza para la salud pública, si estos derechos básicos se tratan como una prioridad de la Salud Mundial, de modo que la atención sanitaria de calidad esté disponible y sea accesible para todos, sin excluir a nadie.

Por ello, las Naciones Unidas promueve la Campaña #myrighttohealth, #miderechoalasalud, que tiene como objetivo proporcionar información sobre el Derecho a la Salud y su importancia en la vida de las personas. También tendrá como objetivo aumentar la visibilidad en torno a la necesidad de lograr una realización plena del derecho a la salud para todos y en todos los lugares.

Prácticamente todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible están relacionados de una manera u otra con la salud y, en particular, con el Objetivo número 3, así que alcanzarlos y poner fin a la epidemia de Sida, dependerá en buena medida de conseguir garantizar el Derecho a la Salud.

Se están logrando progresos notables en el tratamiento del VIH. En vísperas del Día Mundial del Sida, ONUSIDA ha presentado un nuevo informe que muestra que el acceso al tratamiento ha aumentado significativamente.

En 2000, sólo 685 000 personas que vivían con el VIH tenían acceso al tratamiento antirretrovírico. En junio de 2017, alrededor de 20,9 millones de personas tenían acceso a esos medicamentos vitales.

Ese aumento tan espectacular no habría sido posible sin el coraje y la determinación de las personas que viven con el VIH que exigen y reivindican sus derechos, respaldados por un liderazgo y un compromiso financiero, firmes y constantes.

Es importante conocer la realidad y la dinámica del Sida a través de las Estadísticas Mundiales: Alrededor de 19,5 millones de personas tenían acceso a la terapia antirretrovírica en 2016. Unos 36,7 millones de personas vivían con el VIH en 2016 en todo el mundo. Aproximadamente, 1,8 millones de personas contrajeron la infección por el VIH en 2016. Cerca de un 1 millón de personas fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida en 2016. Unos 76,1 millones de personas contrajeron la infección por el VIH desde el comienzo de la epidemia. Alrededor de 35 millones de personas fallecieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida desde el comienzo de la epidemia.

Esta panorámica solicita un papel activo de las comunidades y las instituciones para superar las brechas de información veraz y oportuna para prevenir el contagio y atender a las personas que contrajeron la enfermedad y hacer de este esfuerzo una Cuestión de Estado en todos los países del Globo.

Como bien lo expresa Antonio Guterres, Secretario General de la ONU: «El mundo está en muy buenas condiciones de alcanzar la meta de poner fin a la epidemia del SIDA para 2030. [...] En este Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, hago un llamamiento para que renovemos el compromiso de poner fin a la labor iniciada y dejemos la epidemia del SIDA en el pasado.»

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