Por Gabriel Ortíz.-En la ley de equilibrio de poderes que avanza en el congreso, debería incluirse un articulito, que impida a ciertos altos funcionarios postularse a la presidencia de la república, por lo menos para uno o dos períodos siguientes a su gestión. Por ejemplo Procuradores, Fiscales, Contralores y otros que jueguen en la arena administrativa.
Solo así podremos impedir que estos se valgan de su alta investidura para mancillar, atropellar, amenazar e intimidar a los ciudadanos. Lo hemos visto, lo vemos y lo seguiremos viendo en personas como los contralores, fiscales y procuradores, que se envanecen con su cargo, se dejan tocar la oreja de sus súbditos y consejeros y terminan cometiendo toda suerte de desmanes. Actúan para ganar pantalla, no para cumplir con sus deberes, ni para actuar con justicia.
En columna anterior, nos ocupamos del Procurador, que está desbocado por aparecer en los medios para postularse como candidato a la presidencia en el 2018 y ahora es el fiscal, a quien considerábamos un hombre aplomado. Le tocaron la oreja y eso envanece, pavonea y desorienta.
En su afán por escalar, olvidó que estamos en un país en el cual la Constitución garantiza la libertad de expresión, la libertad de prensa. Eso no quiere decir que los periodistas seamos intocables, desde luego que no y, por ello existen también normas que defienden a la sociedad de atropellos por parte de quienes ejercemos la profesión.
Nos ocupamos del caso de la colega María Isabel Rueda, a quien el fiscal llama para que explique lo que quiso decir el candidato Pacho Santos sobe el alcalde Petro, cuando lo llamó corrupto en un reportaje. Pues eso fue lo que quiso decir y lo que dijo: ¡corrupto!… ¿o será que el fiscal no sabe leer?
Pero además le pide la grabación de la entrevista y tal vez los apuntes. Estamos en la olla con estos funcionarios-candidatos que sacrifican la rectitud por una pantalla y que desconocen lo que significa la libertad de prensa.
El expresidente Belisario Betancur, al día siguiente de su elección, dijo categóricamente: “Prefiero una prensa desbordada a una prensa amordazada”. Pero estos funcionarios, al igual que los de Venezuela y Ecuador, propenden por lo contrario. Buena la actitud de María Isabel.
BLANCO: Se salva el metro de Bogotá, pero no se lo dejen contratar a Petro.
NEGRO: Los certeros golpes a las Farc.
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