La Organización de las Naciones Unidas acogerá el Primer Encuentro entre los líderes de los Organismos Antiterroristas, lo que los expertos describen como “una oportunidad para mostrar unidad en la lucha contra el terrorismo y los extremismos violentos”.

La Conferencia de Alto Nivel de Jefes de Organismos Antiterroristas de los Estados Miembros tendrá lugar, entre el 28 y el 29 de junio, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, donde los dirigentes de las principales agencias debatirán algunos de los aspectos más relevantes de combate contra esta amenaza. Vladimir Ivanovich Voronkov, Secretario General Adjunto de la Oficina de Lucha Contra el Terrorismo, ha señalado que no tener una definición de terrorismo no constituye un obstáculo para establecer medidas y combatir el problema. Los gobiernos, a través de la creación de organismos y la aprobación de políticas, ya han manifestado su apoyo a la causa antiterrorista.

“Tenemos una estrategia contra el terrorismo aprobada por los Estados Miembros por consenso; creamos mi Oficina el año pasado por consenso; tenemos diecinueve instrumentos legales para combatir el terrorismo. Las actividades antiterroristas derivan de la voluntad de los Estados y, por lo tanto, de las Naciones Unidas”.

Vencer a un grupo terrorista militarmente en un determinado territorio no marca el final del peligro. Por lo general, los terroristas permanecen ocultos hasta que se trasladan a otras zonas, desde donde tratan de expandir sus redes y convencer a otros individuos para que perpetren actos violentos.

Por falta de oportunidades o recursos, ciertas comunidades o individuos son más vulnerables ante la radicalización. Durante sus visitas a las zonas afectadas, Voronkov observó que los gobiernos muestran una firme voluntad de acabar con la amenaza y que esta no deriva de su compromiso internacional, sino de los propios intereses de sus ciudadanos.

El experto señala que la única solución reside en “formar sociedades resistentes”, lo que define como una respuesta “sencilla, pero difícil de aplicar”. “Necesitamos crear algo que nos permita luchar juntos contra el terrorismo, desde las familias, las comunidades locales y el Estado hasta la cooperación internacional”.

Las agencias de las Naciones Unidas están trabajando con los gobiernos de los países afectados en programas de formación que ayuden a mejorar la empleabilidad y brinden nuevas oportunidades a los jóvenes, quienes son los más vulnerables frente a la radicalización. Conocer sus preocupaciones y ofrecerles más oportunidades permite que este segmento de población sea más fuerte de cara a los extremismos violentos, creando la base de una sociedad fuerte.

“Los jóvenes, por una parte, están siendo reclutados y, por otra, pueden ser una fuerza importante a la hora de combatir el terrorismo”.

Los grupos y células terroristas utilizan internet como medio para captar nuevos adeptos, lo que favorece la radicalización incluso a distancia y refleja la capacidad de adaptación de estas entidades.

Combatir el terrorismo depende de cómo de fuertes seamos en internet “Este constituye un frente difícil, dado que los terroristas son muy hábiles en este tipo de actividades”.

Este uso innovador de la tecnología supone un importante reto en la lucha contra el terrorismo e implica la creación de nuevas estrategias. En este sentido, Voronkov destaca la colaboración con las empresas de internet, particularmente con las que dirigen las redes como Facebook, Twitter o Instagram, que ofrecen un espacio idóneo para socializar.

“Combatir el terrorismo depende de cómo de fuertes seamos en internet y de cómo de eficaces seamos a la hora de crear contrargumentos y prevenir los ataques terroristas que requieren el uso de la red”, señaló Voronkov.

La Oficina de Lucha Contra el Terrorismo ha elaborado, junto con los Estados Miembros, una agenda con distintas sesiones para poder obtener resultados claros tras el debate sobre antiterrorismo y prevención de los extremismos violentos. Uno de los temas prioritarios es el intercambio de información. Especialmente tras la derrota militar de ISIS en Siria e Iraq, la rapidez y la efectividad del flujo de datos constituyen requisitos, haciendo que la cooperación resulte indispensable.

Otro de los focos de discusión será cómo abordar el retorno de los combatientes extranjeros o foreign fighters, es decir, aquellos individuos que abandonaron sus países de residencia u origen participar en actos terroristas, o para proporcionar o recibir formación de este tipo. “Es necesario crear una estrategia común para lidiar con este grupo de personas”, señaló Voronkov.

También se estudiarán las medidas para combatir los extremismos violentos, prestando especial atención al uso inadecuado de las nuevas tecnologías. Esta parte del debate contará con la participación de organizaciones de la sociedad civil que, de acuerdo con el experto, sirven como “puente” de entendimiento entre las políticas antiterroristas y las expectativas de los ciudadanos de a pie.

Nueva York, 22 de junio de 2018.

Por Redacción Ecos.

Foto: Cabalar EFE.

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