Washington, D.C., 10 de mayo de 2018. Por Felicia Saturno Hartt. Foto: AP.- La primicia del encuentro la comunicó el propio Presidente de EE.UU., Donald Trump. Como es habitual en él, lo hizo a través de Twitter: allí escribió lo que todos estaban esperando, dónde y cuándo será la histórica reunión, que lo tendrá como protagonista junto al líder del Régimen despótico de Corea del Norte, Kim Jong-un .

"La muy esperada reunión entre Kim y yo se llevará a cabo en Singapur el 12 de junio. ¡Intentaremos que sea un momento muy especial para la Paz Mundial!", escribió el republicano en las redes sociales y rompió así la atmosfera de misterio que rodeaba al encuentro.

El anuncio se produjo pocas horas después de que tres ciudadanos estadounidenses que estaban presos en Corea del Norte llegaran a una base militar a las afueras de Washington, tras ser liberados por Kim.

A su llegada, Trump dijo que cree que Kim quiere llevar a Corea del Norte "al mundo real" y que tiene grandes esperanzas sobre su reunión, que será la primera entre un mandatario estadounidense en ejercicio y un líder norcoreano.

Nuevo rumbo

A un mes del futuro encuentro, el cambio de escenario sorprende. Durante todo el 2017, la escalada de tensión entre ambos gobiernos tuvo en vilo al mundo, que temía Corea del Norte lanzara un ataque contra alguno de los aliados de EE.UU.

Sin embargo, el discurso de tono conciliador que brindó Kim en el comienzo de este año fue la carta que jugó para cambiar el rumbo: a partir de entonces, sólo se produjeron avances a favor de la normalización de la situación entre las dos Coreas, que se encuentran técnicamente en guerra tras el armisticio firmado en 1953 que puso fin al conflicto bélico de tres años.

De hecho, hace apenas semanas, los mandatarios de Corea del Norte y Corea del Sur fueron el foco de atención de la prensa al reunirse en la frontera que los separa, estrechar sus manos y sacarse fotos sonrientes. En ese encuentro, no sólo confirmaron ponerse a trabajar para mejorar el vínculo entre ambas naciones y beneficiar al pueblo, sino que Pyongyang se mostró dispuesto a terminar con su programa nuclear.

Antes, Trump ya había aceptado la invitación de Kim para mantener una reunión con el fin de contener la escalada de tensiones a causa de los lanzamientos balísticos del régimen y las pruebas militares de Washington en la zona.

Desde entonces, la Casa Blanca insiste en que la prioridad del gobierno es obtener la eliminación total del programa de armas nucleares de Kim. Pyongyang, en tanto, hace hincapié en la desnuclearización de toda la península coreana, en referencia a la enorme presencia militar estadounidense en Corea del Sur.

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