Por Felicia Saturno Hartt. Foto: C. Bouroncle.- Perú pasa por una crisis de gobernabilidad importante. Un nuevo veto al gabinete ministerial por parte del Congreso facultaría al Presidente Pedro Pablo Kuczynski,  para disolver al Legislativo y llamar a nuevas elecciones parlamentarias.

Desde que Pedro Pablo Kuczynski llegó a la Presidencia de Perú el año pasado la oposición liderada por el Fujimorismo le ha hecho el camino difícil y obstaculizado sus propuestas. Ambas fuerzas políticas han protagonizado una tensión que se ha incrementado con el paso de los meses y que ha tenido su punto culminante con la disolución del Gabinete por parte del Parlamento Peruano.

El rechazo de los profesores a la reforma educacional, que contempla evaluaciones periódicas a los docentes y que el presidente peruano ya anunció mantendrá en su agenda de gobierno, ha sido el detonante de una pugna más profunda.

Así, la huelga de profesores que se inició a fines de mayo y que tuvo a los alumnos peruanos a punto de perder el año escolar, hizo que el Congreso cuestionara el actuar de la ministra de Educación, Marilú Martens, lo que derivó en la petición del voto de confianza por parte del ahora ex Primer Ministro Fernando Zavala. La iniciativa buscaba evitar la censura a la titular de Educación, lo que terminó finalmente con la suspensión de todo el equipo ministerial de Kuczynski.

Mientras los medios internacionales plantean el actual escenario en Perú como una crisis, para el analista político Fernando Tuesta todavía no se está frente a un momento de quiebre absoluto. "Quizás este ha sido el último episodio de una relación que puede derivar en una crisis”, dice.

"Lo que tenemos aquí es un régimen presidencialista sui generis, con un partido con mayoría absoluta en el Congreso, el partido fujimorista Fuerza Popular (FP), que cuenta con 71 de los 130 escaños que hay en el Parlamento. Ese mismo partido ha hecho interpelaciones y censurado. Frente a lo cual el gobierno por primera vez ha solicitado el voto de confianza para el gabinete, forzando a la oposición a quemar una de sus balas, pues la Constitución señala que si el Parlamento censura a dos gabinetes en cinco años, el presidente puede disolver el Legislativo y llamar a una nueva elección parlamentaria”, dice Tuesta, que también es profesor de la Pontificia Universidad Católica de Perú.

El académico destaca que con esta movida política el Gobierno ha intentado frenar los ímpetus opositores del Legislativo, por lo que "en adelante, una segunda censura al nuevo gabinete que debe ser nombrado en un máximo de 72 horas, significaría la pérdida de los escaños en el Congreso, algo que nunca ha ocurrido en el país”.

Carlos Novoa, analista político e internacional, destaca que en este momento "la pelota está en manos del presidente. Lo que se espera es ver a quién va a nombrar como primer ministro. “No creo que Kuczynski busque una confrontación con el Congreso, aunque sin duda la presentación del nuevo gabinete ayudará a medir fuerzas en ambos lados. En ese sentido, creo que el presidente designará a un jefe de ministros con capacidad de diálogo, que pueda crear consensos, que es lo que se necesita en este minuto. Es posible que mantenga a Zavala en Economía, lo que no generaría mayor problema, pero ratificar a Martens en Educación seria visto negativamente, porque era a ella a quien quería censurar el Parlamento. Sin embargo, también tendría una lectura política que habla de mantener la línea de reforma educativa que ha planteado el presidente hasta ahora”, dice el académico de la Universidad de Lima.

Lo cierto es que Perú enfrenta unas crisis entre una visión de cambio y futuro y el populismo fujimorista.

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