Ginebra, 12 de septiembre de 2017. Por Felicia Saturno Hartt. Foto: ONU Ginebra.- El Alto Comisionado de la ONU para los DD.HH., Zeid Ra"ad al Hussein, dijo que existen indicios preocupantes de abusos en el marco de las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro. El canciller venezolano, Jorge Arreaza, respondió al informe, con sus gastados argumentos e insultos en el contexto de la ONU.

Las autoridades venezolanas podrían haber cometido gravísimos crímenes contra los DD,HH. y de Lesa Humanidad al reprimir las protestas de la oposición, alertó el Alto Comisionado de la ONU para los DD.HH, Zeid Ra"ad Al Hussein, en Ginebra. En un discurso ante el Consejo de DD.HH. de la ONU, Zeid exigió una investigación internacional de las muertes, detenciones arbitrarias y torturas en el marco de las protestas masivas que su oficina denunció el mes pasado en un informe sobre el país sudamericano.

Ese informe sugería que de las 124 muertes que investigaba la Fiscalía General Venezolana, entre abril y julio, 73 estarían vinculados a las fuerzas de seguridad y colectivos favorables al Presidente, Nicolás Maduro. "Mi investigación sugiere la posibilidad de que se hayan cometido crímenes contra la humanidad que sólo podrían ser confirmados mediante la consecuente investigación criminal", añadió.

Zeid señaló, ante los diplomáticos y personalidades y ongs presentes, que deberían pensar en la "necesidad de excluir del organismo a países implicados en las más atroces violaciones de DD.HH.". Venezuela forma parte actualmente de los 47 miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que tiene su sede en la ciudad suiza.

La embajadora estadounidense en la ONU, Nikki Haley, había criticado la prevista comparecencia de Arreaza en el organismo, la cual consideró una "burla a la institución".

Venezuela está inmersa en una grave crisis política desde que, a finales de marzo, Maduro intentara a través del Tribunal Supremo de Justicia, restar y limitar funciones al Parlamento Venezolano controlado por la oposición. Le siguieron nuevas medidas que tuvieron su punto culminante con la elección el pasado 30 de julio de una polémica Asamblea Constituyente, dominada totalmente por el oficialismo y que, por decreto, reemplazó a la Asamblea Nacional, ésta controlada por la oposición. Las medidas del gobierno desataron una oleada de protestas en el país.

El Ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, acusó a la Oficina de ONU para los DD.HH. de "mentir" y de "ofender a su país" acusándolo de graves delitos "sin tener datos y sin rigor metodológico".

"La Oficina del Alto Comisionado de DD.HH. acusa sin fundamento a mi país. Es un órgano politizado que lanza acusaciones sin ningún rigor metodológico y que miente. Exigimos que cese la agresión contra Venezuela", afirmó el canciller en su intervención ante el Consejo de DD.HH. de la ONU.

Intervención que produjo cuestionamientos de personalidades y organizaciones de DD.HH.

Zair Mundaray, un funcionario de la Fiscalía General Venezolana, avaló el informe de ONU, aunque afirmó que la situación es aún peor que la descrita.

"Los resultados que allí se exponen son bastante similares a los obtenidos por el ministerio público venezolano en el transcurso de las investigaciones que hemos adelantado en esta materia, por lo que los avalamos plenamente. A pesar de lo dramático el panorama allí escrito, el material recopilado en el ejercicio de nuestras funciones nos permite sostener con fundamento probatorio que la situación es aún peor", señaló Mundaray. 

Asimismo, Hillel Neuer, Director General de UN Watch, sentenció: "ya es hora de que Venezuela sea suspendida del Consejo de Derechos Humanos. Es esto lo que estamos pidiendo".

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