Por Felicia Saturno Hartt. Foto: L. Marin/AFP.-  Los principales líderes europeos se reunen con los dirigentes de los  países del Norte de África, para solicitar su colaboración para frenar el flujo de inmigración ilegal y que las solicitudes de asilo puedan tramitarse desde sus países de origen.

El Presidente Francés, Emmmanuel Macron, sirve este lunes de anfitrión en París a líderes de África y Europa para abordar la crisis migratoria y buscar medidas para reducir el flujo de migrantes a través del Mediterráneo hacia el continente.

Macron se reunió primero en el Palacio del Elíseo con el Presidente de Níger, Mahamadou Issoufou y con su homólogo de Chad, Idriss Beby Itno, ambos países lindantes al sur con Libia, país sumido en una terrible guerra civil.

Luego se sumaron al encuentro la Canciller Alemana en campaña electoral, Angela Merkel; el Primer Ministro italiano, Paolo Gentiloni, el Presidente del Gobierno Español, Mariano Rajoy, la Jefa de la Diplomacia Europea, Federica Mogherini y el jefe de Gobierno de unidad libio, apoyado por la ONU, Fayez Serraj.

Mogherini reconoció que el principal problema es la pobreza, pero se mostró contraria a lanzar "un nuevo Plan Marshall", porque la Unión Europea y sus países miembros ya invierten anualmente 20.000 millones de euros en el continente. A nivel práctico, se apostó entonces por iniciar en Níger y Chad el proceso de identificación de quienes tienen el derecho al asilo, bajo la supervisión de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), en zonas consideradas seguras y con las listas que esta haya efectuado.

El Primer Ministro Italiano, Paolo Gentiloni, precisó que se pretende sustituir "un modelo irregular e ilegal por otro legal y regular", que aunque "llevará su tiempo", ya tiene la estrategia marcada. Italia ha sufrido las oleadas de inmigrantes ilegales desde 2014.

Mogherini y Alemania, España, Francia e Italia, según un comunicado que explica el plan de acción urgente diseñado, acordaron además el envío de una "misión conjunta" a Níger y Chad para examinar su aplicación e identificar "otros tipos de cooperación práctica" que les permitan superar "el desafío de la migración irregular".

Angela Merkel apuntó que se toma como modelo la estrategia de "reinstalación" llevada a cabo en el Líbano, Turquía y Jordania.

En su intervención ante la prensa internacional, el Presidente del Consejo Presidencial de Libia, Fayez al-Sarraj, fue más lejos en su alerta: "Esperamos que esta plaga y este gran número de inmigrantes ilegales no se convierta en una bomba de relojería que nos explote en las manos".

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