Por Felicia Saturno Hartt. Foto: Voanoticias.- En tercer informe de la OEA, Luis Almagro, Secretario General de esta organización hemisférica, condena al Gobierno de Nicolás Maduro y pide a los países miembros que intensifiquen la presión sobre él ante el temor a un "baño de sangre".

"La violencia se intensifica y el aparato de seguridad recrudece sus acciones. El temor que albergamos en nuestras mentes, pero que tenemos mucho miedo de mencionar en voz alta, es que esta situación pueda llegar a convertirse en un baño de sangre", indicó Almagro.

En los dos informes anteriores Almagró consideró que el orden constitucional se había roto en Venezuela y pidió la suspensión del país en la organización si Maduro no convocaba elecciones en 30 días.

No ocurrió, pero su insistencia en el tema venezolano ha hecho que este ocupe desde entonces la Agenda de la OEA, el único foro multinacional en el que se está abordando la crisis política, económica y humanitaria en el país suramericano, en el que ya han muerto más de 90 personas en el marco de la última ola de protestas contra Maduro, iniciada en abril.

"El Régimen ha creado una "nueva normalidad" en que el Estado utiliza la violencia institucional sistemática en una guerra sucia contra el pueblo", denuncia Almagro en el informe.

Tras la consulta popular del domingo en la que más de siete millones de venezolanos rechazaron la Asamblea Constituyente que ha convocado Maduro para que redacte una nueva Carta Magna, el Secretario General de la OEA pide a los países miembros y a la comunidad internacional que apoyen al pueblo venezolano y presionen a su Gobierno "por todos los medios posibles".

Pese a los intentos de un grupo de 14 países liderados por México y EE.UU., la OEA no ha sido capaz hasta ahora de aprobar una resolución o declaración de condena al Gobierno de Maduro.

Los últimos intentos tuvieron lugar en la Asamblea que la organización celebró en junio en la ciudad mexicana de Cancún. Allí, EE.UU. presionó para que se diera luz verde a un grupo de contacto para Venezuela, pero la negativa de varios países del Caribe con relaciones económicas estrechas con Caracas evitó que saliera adelante.

"Una solución duradera exigirá algún tipo de negociación entre el Gobierno y la Oposición. Ello requerirá el apoyo de agentes externos", escribió Almagro en el informe, en el que no obstante indica que para que pueda tener lugar un diálogo, antes deben cumplirse varias condiciones.

Entre ellas incluye la suspensión inmediata del proceso de la Asamblea Constituyente, la de la represión, una investigación de "figuras clave del régimen" para que rinda cuentas "por los crímenes cometidos", la liberación de los políticos presos, y la convocatoria inmediata de elecciones libres, justas y transparentes.

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