Por Felicia Saturno Hartt. Foto: Jeon Heon-Kyun.- Los Parlamentarios de Corea del Sur, luego de la declaración realizada por la Presidenta Surcoreana, Park Geun-Hye, en la que presentó su renuncia y exhortó al Congreso a fijar los tiempos y procedimientos para concretar su salida del poder, anunciaron que seguirán adelante con  el proceso de Impeachment de la mandataria.

Los congresistas surcoreanos, entre los que se cuentan miembros del partido oficialista, no quieren que la mandataria deje el poder de forma digna. Al igual que Dilma Roussef en Brasil, el dantesco fenómeno de la corrupción y el tráfico de influencias de su entorno expulsa a la mandataria del país tecnológico de la primera magistratura.

El anuncio lo hizo la Oposición en conjunto, representada por los líderes de los principales partidos contrarios al Gobierno de Park, El Democrático, Del Pueblo y de La Justicia, quienes indicaron que no negociaran la propuesta hecha por la presidenta el martes, en la que aceptó dejar el mando antes de terminar su mandato.

Según los legisladores, la oferta de Park "es un movimiento político que busca cometer ilegalidades y actos inconstitucionales en la Asamblea Nacional”, acusándola de intentar evadir el proceso contra ella.

Con esta estrategia, los parlamentarios aseguran que Park pretende ganar tiempo para promover un cambio en la Constitución, que permita acortar el mandato de cinco a cuatro años, asegurándose una retirada sin mancha.

La presidenta fue sindicada como cómplice de su amiga íntima y asesora personal Choi Soon-Sil, que habría intervenido en Asuntos de Estado, sin ostentar cargo alguno y también habría extorsionado a gerentes de empresas importantes para obtener cuantiosas sumas de dinero de las que se habría apropiado parcialmente.

Todo este escándalo desató la furia ciudadana surcoreana, que se ha manifestado masivamente cada sábado, llenando las calles de Seúl y otras ciudades, de carteles y velas en protesta por la corrupción, al tiempo que exigen que Park deje el mando del país.

La Oposición cuenta con 165 votos del total de 300 que tiene la Asamblea Nacional, lo que haría necesario que se sumaran votos del partido oficialista, Saenuri, para conseguir los dos tercios de los votos necesarios para iniciar el proceso de destitución.

Aun así se cree que el Impeachment se llevará a cabo, porque la mayoría de los diputados del partido gobernante se han distanciado de la presidenta. De todas formas y aunque sea aprobado el juicio por destitución, este debe ser refrendado por el Tribunal Constitucional del país asiático.

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