Por Felicia Saturno Hartt.- Los candidatos a la Presidencia de Argentina, a 8 días de los comicios, se jugaron una carta importante antes de ir a las urnas: debatir ante la Nación. Diferentes medios del país austral expresaron que Argentina se paralizó para escucharlos, con 53 puntos de rating televisivo.

Los aspirantes de Cambiemos y Frente Para la Victoria, Mauricio Macri y Daniel Scioli, confrontaron sus propuestas y discutieron la próxima Argentina, luego de una campaña costosa y torpe, signada por la descalificación constante del candidato de la oposición y las pugnas internas dentro del oficialismo. El debate presidencial se dividió en cinco ejes temáticos: desarrollo económico y humano, educación e infancia, seguridad y derechos humanos y fortalecimiento democrático. 

De acostumbrado estilo conciliador, Macri sorprendió a la nación austral con una estrategia agresiva y directa en contra de su oponente, cuestionando su estilo y haciendo referencia a los perjuicios de la administración kirschnerista.

Macri comenzó su intervención en el debate recordando sus tres ejes de propuestas: pobreza cero, lucha contra el narcotráfico y unión de los argentinos. Se mostró firme con sus propuestas y también al defender su gestión en la Ciudad de Buenos Aires.

Luego arremetió contra Scioli, aun cuando éste, en varias ocasiones del debate, se deslindó de la Administración de Cristina Kirschner, cuando le preguntó sobre las afirmaciones del gobierno sobre el 5% de pobreza y su comparaciones con países como Alemania. Tocó el tema de las violaciones de los DDHH en Venezuela y del Memorandum con Iran. Al concluir volvió a su discurso conciliador y dirigiéndose directamente a la ciudadanía dijo: "Ya probamos demasiados años enfrentados. Llego la hora de hacerlo juntos".

Scioli apabullado por Macri desde el inicio, respondió con evasivas muchas de sus preguntas y se deslindó del  Frente para la Victoria, diciendo que si ganaba sería distinto al actual gobierno. Mostró propuestas de marcada tendencia populista e irrealizables en el contexto de la crisis argentina. Inquirió al opositor por el problema de la trata de personas y descalificó su capacidad para atacar el problema del tráfico de drogas.

Es trascendente reseñar, como lo han observado diversos analistas políticos, que Scioli no respondió a temas tan importantes como el de DDHH en el marco del Mercosur y mucho menos lo referente a la situación del acuerdo con Irán, calificado como inconstitucional y que deja impunes los atentados del AMIA y la DAIA.

Una ejercicio interesante, que expone la importancia de las redes sociales para la comunicación política, fue el uso y análisis de las menciones en Twitter, tanto totales como en minutos, durante el debate.

Mauricio Macri reportó  642.452 menciones por minuto y Daniel Scioli 455.857, siendo el punto crítico del debate el minuto 19:49; el candidato de Cambiemos se eleva por encima de su adversario, cuando Scioli habló de Educación y Pobreza.

El candidato que puede influir el ballotage, Sergio Massa, expresó por Twitter que las propuestas del debate fueron escasas y pobres y que rechazaba el clima de confrontación de los candidatos, pero ofreciendo su disposición para trabajar con el ganador por el futuro de Argentina.

La encuestadora Poliarquía realizó una encuesta para el periódico LA NACION de Buenos Aires que reveló que el 55% de los encuestados estimaba como histórico el debate a realizarse en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, por la ONG Argentina Debate, pero sólo el 16% cambiaría su voto.

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