Por Felicia Saturno Hartt.-Por primera vez en la historia de Argentina, el país elegirá el próximo presidente en un ballotage. Daniel Scioli, que ayer ganó por una diferencia menor a la esperada y Mauricio Macri, Líder de Cambiemos, volverán a enfrentarse en disputa definitiva el próximo 22 de noviembre.

Luego de una demora inédita en la difusión de datos oficiales sobre los comicios, muy similar a lo que ha sucedido en las elecciones de Venezuela, con el 83% por ciento de las meses escrutadas, Scioli el candidato oficialista conseguía el 35.7% de los votos y Macri el 35.3%. Un resultado sorpresivo. 

El mayor golpe para el kirchnerismo y para Cristina Fernández ocurrió en la Provincia de Buenos Aires, donde el oficialista Aníbal Fernández perdía la gobernación a manos de María Eugenia Vidal, candidata macrista que ganó con el 39,62% ante el jefe del gabinete presidencial.

Que la elección del Presidente no se haya resuelto en la primera vuelta y la diferencia con Macri haya sido tan estrecha configuran un escenario político muy complejo. Scioli no capitalizó el ansiado 40% y estará a la mira de los cuestionamientos de su partido y de la Presidenta.

La única ganancia del Kirchnerismo ha sido que Alicia hermana del Líder justicialista fallecido, Néstor Kirchner, ganó la Gobernación de Santa Fe, holgadamente. Es el único espacio donde las fuerzas políticas asociadas a Macri y Massa, no apuntaron ganadores, ya que el Parlamento estará más fragmentado. Ninguna fuerza o bloque tendrá mayoría en diputados, pero el oficialismo se reforzó en el Senado Argentino. 

Afortunadamente como en Colombia no hubo mayores problemas en la jornada electoral. Ni denuncias penales de fraude, no trasteo de votos, a pesar de los hechos de Tucumán, en semanas anteriores. 

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