La táctica nunca será la estrategia, pero la estrategia se torna en táctica. El enemigo es aquel que retrocede en el tiempo y su propuesta está preñada de racismo y odio. La democracia ha tenido un precio muy elevado y no se puede dejar en manos del azar o de los rencorosos.

El Presidente Barack Obama y su Vicepresidente Joe Biden han sido equilibrados en el duro camino de las primarias estadounidenses. Pero la cercanía requiere definiciones.

Obama le hizo el guiño a su ex secretaria de estado, Hillary Clinton y se ha reunido con el candidato del sueño americano, Bernie Sanders, quien sin ceder a su legítima aspiración a la Casa Blanca, se comprometió a luchar por el verdadero enemigo de la democracia, el magnate Donald Trump.

"Haré todo lo que esté en mis manos y trabajaré tan duro como pueda para asegurar que Donald Trump no se convierta en Presidente de Estados Unidos", dijo Sanders al salir de la Casa Blanca, y agregó que una presidencia del magnate "sería un desastre para Estados Unidos" 

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