Por Felicia Saturno Hartt. Foto: BN.- Las paradojas del mundo de hoy son profundas, pero, definitivamente, las innovaciones están tocando hasta los monolíticos escenarios de la economía, la más resistente de las disciplinas.

Los creadores de las monedas electrónicas, particularmente el polémico Bitcoin, son ideológicamente opuestos a los tradicionales manejadores de las monedas nacionales, los bancos centrales.

Ambos se sienten desconfianza. Las monedas virtuales se estiman libertarias, universales y globales; los signos monetarios, sean o no de regla, sienten que las primeras son vulnerables al crimen informático y no tienen reserva.

Pero, como afirma Nathaniel Popper “es precisamente en los bancos centrales donde se han aplicado las medidas más ambiciosas para intentar aprovechar la tecnología que introdujo Bitcoin”.

No quieren a los libertarios, cosmopolitas y virtuales, Bitcoin, pero si sus métodos descentralizados de contabilidad y control de monedas y usuarios.

Los bancos centrales esperan aplicar el método descentralizado de contabilidad, conocido como cadena de bloques o libro de contabilidad distribuido, para completar y registrar operaciones en la economía real con más eficiencia, rapidez y transparencia.

Los bancos centrales que han actuado con más entusiasmo, entre los que se cuentan el Banco de Inglaterra y el Banco Popular de China, desean emitir sus monedas nacionales en algún tipo de libro de contabilidad distribuido, nombre acuñado a partir del concepto de varias partes que llevan registros de manera simultánea.

Las cadenas de bloques permiten que varios usuarios manejen una hoja de cálculo compartida que utiliza criptografía y los llamados mecanismos de consenso, los cuales ofrecen un medio para convenir en la hora cuando ocurre cada operación.

A los bancos centrales les interesa esta tecnología porque les permitiría rastrear cada libra, euro, yen o renminbi, paso a paso, a través del sistema financiero en tiempo real, lo cual es imposible actualmente. El objetivo es lograr que el sistema financiero sea más transparente, rápido, eficiente y seguro.

Si los bancos centrales lo consiguen, sería uno de los giros más importantes e inesperados en la nueva tecnología: un invento que pretendía destronar a los bancos centrales y hacer más difícil rastrear el dinero podría terminar por fortalecer a esos bancos centrales y hacer más fácil el rastreo del dinero.

Un gobernador adjunto del Banco Popular de China, Fan Yifei, escribió para Bloomberg View que “las condiciones son propicias para las monedas digitales, que pueden reducir los costos de operación, mejorar la eficiencia y hacer posible una amplia gama de aplicaciones nuevas”.

Pero el proceso, expresan los expertos, será lento. Y no sabemos que pudieran crear los libertarios informáticos para el comercio global.

Comments powered by CComment