Por Felicia Saturno Hartt. Innovatis.- La crisis económica mundial que, desde 2014, define una contracción en el comercio global y ha afectado, de forma poderosa, a América Latina, porque las exportaciones de la región dependen del precio de una cantidad limitada de bienes básicos, sólo podrá buscar una salida válida en términos de innovación, diversificación y tecnología.

Por ello, "la innovación no es optativa", tal como advirtieron los especialistas que participaron del encuentro "Integración Regional 4.0" organizado por el Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (Intal) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

"Si antes se hablaba de la necesidad de diversificar las exportaciones, aun cuando teníamos un escenario muy favorable de crecimiento, ahora que el contexto es más adverso el desafío es mayor", explicó Alejandro Ramos Martínez, especialista senior en Inteligencia y Comercio de Intal-BID.

En este sentido, el Reporte "Monitor de comercio e integración", informa que, de julio de 2014 a julio 2016,  hubo una contracción del comercio mundial de 16%, explicada por una caída de 17% en los precios y levemente compensada por un aumento de 1% en los volúmenes comercializados.

Ramos Martínez explica, en este orden de ideas, que una parte de la contracción se da por el enfriamiento en la actividad de las principales economías del mundo. "China ya no crece a las tasas que conocíamos antes. Lo mismo con Japón, la zona euro y la misma América latina. La excepción es Estados Unidos que mantuvo un ritmo más o menos estable y similar al que tenía previo a la crisis de 2012", señaló el especialista.

Pero la época de contracción que se está viviendo desde 2014 también tiene un componente muy fuerte de tipo monetario y para América latina la apreciación del dólar tiene un significado especial, porque impacta directamente en los precios de las commodities.

"Es necesaria una política pública que integre los sistemas de innovación de los países para no depender de los precios de cuatro productos básicos. Sin diversificación, es prácticamente imposible que el sector externo juegue un papel dinamizador en el crecimiento del producto", añadió el economista.

Adicionalmente, otro aspecto fundamental para la competitividad es la Tecnología. Y el Big Data fue la estrella de los últimos años. ¿Puede ser también una herramienta de integración?

Marta Lagos, Directora de Latinbarómetro, y Marita Caballero, del proyecto World Values Survey, explicaron cómo estudiar cuantitativamente al continente puede ayudar en el proceso. Lagos detalló que el 69% de los latinoamericanos acepta que su país pueda comprar bienes y servicios de cualquier otro de la región. Por otro lado, Caballero expresó que los valores compartidos facilitan un nivel mayor de acuerdo.

En tanto, Colin Maclay, fundador del equipo de investigación Digital Initiative de Harvard Business School, pidió actuar con responsabilidad con "el fenómeno de moda del big data" y reflexionar por qué se querría instrumentar una base de datos.

Llamó a pensar los problemas y sus posibles soluciones antes de elegir la tecnología para usar, y no realizar el proceso inverso. No obstante, señaló la importancia de procesar información para mejorar la logística y coordinar mejor las economías culturales latinoamericanas para lograr una mejor integración. "Los datos e Internet no van a resolver todo, pero sí debemos explotarlos bien para lograr que funcionen para nosotros y no contra nosotros", expresó.

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